"Entre sollozos y estrellas"

"Tragos amargos"

Sentado en el mismo rincón, de nuevo, desesperado, anonadado, incrédulo ante tu partida, pues a día de hoy no me parece algo real, es más parecido a mi peor pesadilla, preferiría antes quedar ciego a tener que ver un mundo sin ti.

Clemencia te pido, en este frío mundo nadie la ha tenido conmigo, ni si quiera por piedad, regresa y al igual que en los viejos tiempos sana cada herida de mi roto corazón con un abrazo que junte todos sus pedazos.

Ni un segundo ha parado tu recuerdo, he tratado de olvidar todo, de ahogar todo, de quemar todo. Pero ni siquiera todas las mujeres del mundo podrían hacerme olvidar tus ojos grandes y hermosos con ese color café que los caracteriza al igual que el tono de éste whisky viejo. Las suaves ondulaciones de tus cabellos perfectamente peinados; pues si tu figura entera parece labrada cuidadosamente a mano por los mismo ángeles y no es que yo haya visto alguno, sino que por este destrozado mundo no suele verse algo tan maravilloso. Te propongo un trato: Mientras tomo delicadamente tu cintura, te acercaré poco a poco a mi cuerpo hasta el punto de que nuestros corazones latan como uno mismo, te miraré a los ojos profundamente, para así poder ver tu alma desnuda; que guarda una belleza tan grande que no podría ser comparada ni si quiera con tu ser exterior, y luego, te besaré tan dulcemente que efectivamente en el paraíso es donde parecerá que nos encontramos y entonces será inevitable que sientas ése fuego quemándose por dentro que nos incita a querer mas de nosotros ¿Aceptas?.

Porque estoy más que cansado de estos amargos tragos en los que desvanezco, junto con la estela de humo que nace en tu ausencia y el cielo borracho de estrellas me tienen entre barrotes, condenado a pagar eternamente por mis errores, destinado a vivir por siempre con mi soledad. Y si éstas 4 paredes en las que me encuentro pudieran hablar, ni te imaginas lo atormentadas que deberías de estar.