"Mariposa negra" (P.2)

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La desesperación por poder sentir tu piel me hace caer de nuevo, atrapada por el deseo de tenerte, me tienes mirando el teléfono esperando tu llamada, como si esa fuera la única salida que hay, para no seguir en la soledad de esperar por ti hasta el próximo jueves, en lo único que creo es que te necesito, dulce veneno mío; cuando estás dentro, la llama de mi arruinado corazón se enciende y ahora siento los medicamentos de los que tanto hablas, sólo puedo sentir a tu cuerpo haciendo lo que mejor sabe hacer, estamos en la zona y llegando al punto sin retorno, sin límite sabes tocar donde más me gusta, dios mío dime que seguirás haciéndolo, eres mío.

Oficialmente soy adicta a esto, a tu frialdad y a esas pequeñas píldoras, y no tengo idea de cual sea la cura para esta enfermedad, solo estoy segura de querer más de ti, quiero que sacies las ganas incontrolables que tengo de ser sólo tuya, me tienes bebiendo de tus labios prohibidos y la pasión me envuelve en ellos, tienes algo que me hace perder el control, algo que saca el lado oscuro de mi interior, que tanto trato de contener, pero dime chico ¿cómo lo haces? ¿cómo logras tenerme aquí? aferrada a cada momento, haciendo que el placer incremente su intensidad, dámelo todo, aprovéchate de mi debilidad pues sé que también lo necesitas, para alimentar la tuya; porque una vez que empezamos esto no puede acabar hasta que el sol salga, mis pulmones están tan enlodados, pero amo el sabor que tiene y beberé esto hasta verte feo y quiero que me lo hagas mientras desvanezco, porque el sprite sucio me tiene tan débil y es difícil respirar, estoy cayendo, déjame tocarte, quiero sentir tu respiración, aunque realmente no siento una mierda, estoy tan ida y aunque sé que podría dejarte y tener a cualquiera en el club, tú tienes lo que necesito, eres el error que más me ha gustado cometer aunque nuestro tiempo tenga un límite.

Estoy atraída por el peligro, cautivada por la manera en que me seduces y enamorada de la vida rápida, aunque en cuerpo esté con otro, sabes perfectamente que de mi mente nunca sales; pero en ocasiones deseo que me mires a los malditos ojos y me repitas que esto no es amor, que acabarás con esta situación en la que nos encontramos, que yo no soy nada para ti, pero me conoces tan bien... como para poder predecir mi rutina. No sé como terminará todo esto, pero tú siempre serás para mi, lo que las estrellas son para la noche, lo que la lluvia es para las nubes, lo que la vida rápida y estos medicamentos son para ti.

*Quiero dar un inmenso agradecimiento a Diana Borraz, quien le dió vida a esta historia no solo colaborando en la segunda parte, sino con su maravillosa fotografía y su habilidad para hacer real a esto, gracias*

"Entre sollozos y estrellas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora