Daydream. Lágrimas de hielo

~Capítulo 17~Amantes

Ya había pasado media hora desde que había llamado a Donghae. Me estaba asustando ¿y si él había dicho que si solo para hacerme burla y demostrarme que estaba tan desesperada por verlo? Y la realidad es que era verdad. Estaba tan desesperada por verlo que no me importaba seguir esperando con la ilusión de que viniera.

No me había mandado ni un solo mensaje desde que habíamos cortado la llamada y yo también preferí no hacerlo, aunque me había visto tentada ya muchas veces durante la media hora. Tenía frio y los pies me dolían por seguir parada junto a la barra del centro comercial, observando hacia la calle y viendo los coches pasar una y otra vez, las personas entraban y salían... pero ninguno de ellos era Donghae. ¿Sera que solo se está burlando de mí y se sigue revolcando con Seohyun?... Soy una estúpida---

Apreté los labios y mis mordí mi labio inferior mientras me abrazaba para tratar de no llorar... tenía tanto deseos de verlo que el frio era una de las cosas que estaba dispuesta a soportar.

Respiré hondo y relamí mis labios un poco para tratar de calentarlos, ya que estaba muerta en frio y ahora parecía un tempano de hielo. Mi cuerpo se estaba helando y estaba tiritando. Era una noche demasiado fría y yo aquí... en un centro comercial, esperando por el único hombre que amado toda mi vida y que ahora mis dudas de que él me siga amando, crecen más... tal vez solo quiere vengarse por haberlo lastimado tanto—

Me encogí de hombros y dejé que una lágrima corriera por mi mejilla, quedando suspendida en la mitad de mi mejilla. Levanté mi mano derecha y repasé mi dedo índice por la lágrima para quitarla de mi rostro—

Unos brazos me rodearon por la cintura y unos labios se apretaron con mi hombro derecho al mismo tiempo que un cuerpo varonil, también lo hizo—
-¿Me esperaste demasiado?—Susurró la voz que pareció devolverme el alma al cuerpo—

-DongHae—Giré casi desesperada para comprobar que realmente era él y no estaba alucinando nada—Estas aquí...-

-Perdona por demorar tanto, pero la mierda de tráfico es terrible—habló sonriendo levemente y presionando sus labios sobre los míos, dándoles un poco de calor—Estas helada—comentó dejando de abrazarme. Sujetó su saco y se lo hecho para y atrás por los hombros para quitárselo y luego colocárselo sobre mis hombros; quedándose él solo en esa camisa azul que me gustaba tanto--¿Tienes mucho frio?—Preguntó volviendo a abrazar, estando ya con su saco sobre mis hombros y su perfume ingresando por mis vías respiratorias, haciendo que me sintiera más viva y protegida. Lo amaba, lo amaba más que nada y ya no dudé más... lo quería solo para mí... ya no quiero más... ya no quiero nada más... solo lo quiero a él... Solo lo quiero a Donghae—
-Hace mucho frio—susurré apoyando mi rostro en su hombro y manteniendo mis mano entre su pecho y el mío, para tratar de abrigarme. Cerré los ojos y traté de convencerme que esto no era un sueño y que era real; que Donghae estaba aquí con migo y con ninguna otra mujer.

Sus brazos me frotaban la espalda de manera lenta tratando de hacer que entrara en calor, quedándonos en silencio... todo parecía desaparecer... todo menos nosotros... estaba de nuevo con él—

-¿Estas segura?—Preguntó sin explicar a lo que se refería, pero no era necesario porque la había entendido la perfección—

-Muy segura—respondí levantando el rostro pata observarle el rostro—Quiero estar contigo, Donghae. Quiero que seas mi amante... quiero que entres en mis sábanas en la noches que mi marido no se halla en casa, quiero verte a escondidas como si fuéramos un par de adolescentes... quiero que me hagas el amor solo tú... solo a mí—

Él sonrió muy leve y luego enterró su cabeza en el hueco de mi cuello, tratando de aferrarse a mí, abrazándome a con más fuerza, pero sin hacerme daño. Haciéndome entender que era solo suya y que jamás lo deje de ser—
-¿Estoy soñando? ¿Es una broma?--- Preguntó casi susurrando. Como si él mismo se estuviera cuestionando para comprobar que era verdad lo que vivíamos los dos-- ¿De verdad estas aquí conmigo, de nuevo? ¿Es verdad jamás me dejaste de amar como yo lo hice?—