Capítulo 45~ Lagrimas de sangre

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Gritaba horrorizada. Un grito que se perdía en mi garganta y me apretaba el corazón. Intenté sujetarlo para levantarlo conmigo, pero era más pesado que yo. Unas manos me tomaron por los hombros al mismo tiempo que a Donghae. Lo vi apartarse de mí con un fuerte tirón ocasionado por ellos. Me tiraron de los brazos forcejeando mientras luchaba con mis uñas, tratando de soltarme para correr a él.-

-¡Donghae! ¡Donghae! ¡No! ¡Donghae!-mis lágrimas nacían de mis lagrimales y caían por mis mejillas sin poder detenerse.

Pataleé a uno de los hombres que me sostenían, y enseguida jalé la mano del otro, clavando mis dientes en este. El hombre soltó un grito agudo de dolor, y enseguida me liberó. Me paré a rastras, llegando a él y cayendo de rodillas. No sentí dolor en estas. Solo me limité a levantar a Donghae estando en un charco de sangre. Su camisa manchada de rojo, sus párpados cerrados, casi como si durmiera. Lo levanté e intenté colocarlo en mi regazo. Dirigí mano hasta su cuello para tocar su pulso sintiéndome ahogada en un mar de desesperación.

Un pequeño golpecito en las yemas de mis dedos como si me liberara y permitiera volver respirar... su pulso. Era su pulso... débil, pero era su pulso-

-Está vivo-mascullé levantando los ojos y mirar con desesperación a todas partes-- ¡Está vivo! ¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! ¡Auxilio!-Unas manos toscas me volvieron a sujetar por los hombros, tirando con tanta fuerza que me hizo soltar a Donghae y caer contra suelo hacia un lado-

-Maldita perra-masculló. Desperrada me reincorporé e intenté arrastrarme con rapidez hasta Donghae. No veía a nada más que Donghae. No me importaba que me golpearan, no me importaba que intentaran hacer algo con migo. Solo veía a Donghae. Tirado dentro del elevador, el cual empezaba a cerrarse. Un charco de sangre... su camisa de un color tan rojo, escurriendo gotas en la parte de la espalda.

Me arrastre tan veloz y llegué hasta casi el elevador, pero antes de que ocurriera, una mano me sujetó del cabello y volvió a tirar de mi con fuerza, estrellando mi cabeza contra la pared. Un dolor tan fuerte en mi cien, seguido de un estremecimiento que me jaló a la completa oscuridad... Donghae... Donghae... Donghae... tengo miedo.

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Sangre... mucha sangre a mis pies... era un piso tan blanco e impecable que parecía estar en la nada. No veía nada más que un charco de sangre a mis pies. Una horrible sensación me impedía quitar el rostro de la sangre en el suelo, la cual dibujaba un camino llevando hasta el dueño de esa sangre. Levanté el rostro lentamente como si fuera inevitable, y allí, a tan solo, quizás unos dos metros de distancia, ya hacia allí, el cuerpo sin vida de él. Donghae.

Levanté as manos a mi boca para gritar horrorizada, pero no hubo ningún sonido que saliera de mi boca. Mi voz no salía y al contrario, empezaba a ahogarme. Me tumbe al suelo tratando de respirar y dejando mis lágrimas caer. Levanté el rostro sin pensar en mí, y me arrastré hasta Donghae... quise decir su nombre pero mi voz no salía... quise tocarlo pero mis manos desaparecían, quise dar mi vida para salvar la suya, pero no pude... Donghae... Donghae.

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Me desperté levantándome de golpe, emitiendo un grito ahogado y con lágrimas en los ojos. Mi pecho me dolía como nunca, y mis ojos veían borroso... muy borroso.

De pronto recordé todo... el elevador, Siwon... el disparo... Donghae.

-Donghae-Logré pronunciar votándome del lugar de donde me encontraba acostada para caminar de frente por instinto propio, sin importarme que mi vista solo me revelaba sombras. Avancé unos pasos y tropecé con algo fijo en el suelo, mandándome de fauces. Mis rodillas se rasparon en el piso duro, pero no me importó. Era solo un poco más del dolor físico que ya sentía. Nada comparado con la desesperación y el dolor interior que experimentaba en esos instantes. Me levanté como pude, atravesando la habitación oscura, y sin saber ni siquiera como había llegado, ya estaba en la puerta golpeándola con las manos para abrirla, pero al ver que estaba bajo llave, empecé a gritar-

Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora