~Capítulo 16~Nada por todo

965 88 1
                                    

Tragué saliva y sin importarme que, quizás, Seohyun, el señor Lee o la señora Lee nos vieran, me giré y lo tomé de las mejillas, levantándome en puntitas para presionar mis labios contra los de él, sintiéndome tan necesitada por tenerlo a mi lado... me podía sentir asfixiada de todo, menos de él—

-Te quiero—susurré –

-Y yo te amo—Me apretó contra su cuerpo, colocado sus manos en mi cintura para aferrarme a él y hacerme arquear, presionando sus labios contra los míos en un beso que parecía estar congelado en el tiempo—Pero lo nuestro ya llegó a su fin porque tú lo decidiste así—completó apartando sus labios de los míos y haciéndome desear que los vuelva a colocar sobre los míos—Ya no me busques (TN). Yo te ofrecí algo pero tú lo rechazaste... ahora ya no me busques—

-¿Y si cambio de opinión?—Pregunté sujetado sus manos que abandonaban mi cintura-- ¿Y si cambio de opinión?—

-¿Dejarás todo solo por mí?—Su mirada era bastante triste pero a la vez con cierta esperanza, entonces me vi atrapada y sin saber qué responder ¿De verdad sería capaz de arriesgar todo solo por estar con él?

-Ahí tienes tu respuesta—Hablo soltando mis manos—Regresa a donde perteneces y ya no me busques—abrió la puerta un poco más y me invitó a salir. Mordí mi labio sin saber qué decir... te quiero, te necesito... te amo, pero... es demasiado lo que tengo que arriesgar solo por estar contigo.

-Adiós, Donghae—

Me giré dándole la espalda y caminando hacia mi auto. Me marchaba de allí sabiendo que en unos días él se casaría... ¿De verdad lo dejaría?—

Subí al auto y regresé e indiqué que regresáramos a casa. Ya no quería estar más tiempo en ese maldito lugar que solo me traía malos recuerdos para mi actual yo. Ya no quería seguir allí porque temía que en cualquier momento daría el pie a torcer y echaría a perder todo lo que había logrado.

Al regresar a casa solo me encontré a mí misma, encerrada en una casa inmensa y sin nadie que me esperara más que una manada de estúpidos sirvientes que me informaban de algunas actividades que había dicho que deseaba hace ese día: Remodelar la sala, comprar nuevos zapatos de temporada que hoy mismo llegaban.

-Llévate todo y borra toda mi agenda de hoy—Le hablé al mayordomo mientras avanzaba a mi habitación y tirarme sobre mi cama, cerrar los ojos y empeorar todo.

Cerraba los ojos y lo veía a él, besándome o acariciando mi cuerpo mientras me desnudaba. Su cuerpo me oprimía contra la cama y sus grandes manos apachurraban mis pechos haciéndome gemir. La línea de su mandíbula la acariciaba mientras sus labios devoraban a los míos y me hacían caer en cuenta que estaba ardiendo en placer. Sus manos bajaban por mi espalda y la curva de mi cintura y mis caderas. Acariciaban mis glúteos y aprisionaba mis muslos al mismo tiempo que, bajaban mis bragas por mis piernas. Luego subía sus manos y la colocaba hasta mi intimidad, acariciando despacio y haciendo estremecer mi cuerpo, logrando mandar espasmos por todo mi cuerpo haciéndome gemir de placer en su boca—

-Hazme tuya- suplique-

Apreté los labios cuando deslizó sus dedos por mi sexo y los introdujo en mí, haciendo que soltara un gemido y separara mis piernas por tanto placer. Observé sus ojos castaños, perdidos en mí, sus labios húmedos y rosados, la línea de su mandíbula, esa que le daba un aspecto tan varonil y que a mí me gustaba tanto. Solté un gemido cuando introdujo otro dedo en mí, haciéndome apretar los parpados.

Abrí los ojos de golpe y me levanté de la cama reparando agitado y cayendo en mi realidad. Me había quedo dormida y todo había sido un sueño, un sueño demasiado real que aún me sentía completamente excitada. Podía sentirme húmeda y con el cuerpo ardiendo y los pensamientos perdidos en mi sueño. Me volví a recostar en mi cama y cerré los ojos para dibujar el rostro de DongHae en mi mente.

Sus ojos observándome y su cabello alborotado y levemente echado hacia arriba. La línea que formaba su mandíbula y la forma que esta tenía. Sus labios rosados y húmedos... la curva de su manzana de adán que se veía por su garganta, la que formaba esa voz que me haca sacudir cada vez que me hablaba-

¡Me estaba volviendo loca!—

Llevé mis manos hasta mis hombros y me empecé a acariciarme muy despacio, teniendo la imagen de DongHae en mi mente. Bajé las manos hasta mis pechos y los apreté entreabriendo los labios y emitiendo un gemido. Me acaricié muy despacio imaginándome a Donghae allí, conmigo... en vez de estar con Seohyun... quizás follándosela.

Abrí los ojos de golpe y me volví a levantar de la cama, respirando agitado y con la vista fija en mis piernas... Donghae ¿Acostándose con Seohyun?

Entonces caí en cuenta que no soportaba la sola idea de que él acostara con otra mujer que no sea yo. ¡Lo detestaba! ¡No lo soportaba y mucho menos que tenga a otra mujer que no sea yo!... que se case con alguien más. ¡No! No lo quiero.

Me levanté de la cama y tomé mi teléfono celular para llamarlo, sin embargo él no me contesto-

-¡Maldita sea! Debí de suponerlo. Él no me contestaría—

Cuando salí me di cuenta que ya era de noche, pero no importo—

-Señorita—se acercó una de las sirvientas—Hora de cenar—

-No quiero. Bótalo todo a la basura--- Hablé caminado de prisa para salir de la casa. Vi al chofer apresurarse para salir hasta donde yo me dirigía.

-No te preocupes—Lo interrumpí antes de que corriera hasta la cochera de la casa—Tomaré un taxi así que no necesito de tus servicios—

Caminé hasta fuera de la casa y luego me paré hasta el borde de la acera, esperando que parara un taxi. Para mi suerte, no pasó mucho para que un taxi llegara. Lo detuve e indique que me llevara al centro comercial más cercano. Allí busqué un teléfono público y marqué el número de DongHae.

Primer timbre, segundo timbre, tercer timbre y cuarto timbre. No contestó.

Volví a marcar el número rogando que me contestara.

Primer timbre, segundo timbre... y contestó—

-¿aló?- era su voz que sonaba ronca y un poco agitada. Tragué saliva tratando de no pensar mal y deducir que se estaba revolcando con Seohyun—

-Donghae. Soy yo—Hablé casi muy despacio. Se quedó en silencio por segundos largos. Parecía que ninguno de los dos sabía que decir. Piensa en algo (TN). Rápido, necesitaba verlo, decirle que no se case y que quería que fuera mi amante, Que estaba dispuesta a darlo todo solo por estar con él. Que no quería que se acotase con ninguna otra mujer que yo... necesitaba que me acariciase y me hiciera suya... necesitaba tanto de él—

Estuve a punto de hablar, pero algo me lo impidió y corroboró lo que antes estaba pensado—

-Donghae—se oyó gemido muy despacio una voz que me era conocida—Cuelga el teléfono—se escucharon pequeños ruidos de besos y gemidos entrecortados—

-Lo siento. Estoy ocupado si no deseas decir nada. Llama otro día—Respondió Donghae y cortó.

Tenía un nudo en la garganta mientras imágenes de él haciéndole el amor a Seohyun, inundaban mi mente una y otra vez. Él acariciándola y teniendo sexo... de Seohyun en mi lugar... un lugar que ahora anhelaba tanto.

-¿Lo dejará así? ¿No te haces de ser la gran (TN) que consiguió tanto y ahora se deja robar el lugar por una estúpida traidora?---

Sujeté el teléfono de nuevo y marqué su número.

A la primera llamada no contestó, a la segunda tampoco y a la tercera, su voz volvió a contestar. Su voz era ronca pero no tenía tiempo para volver a saludarlo—

-Estoy ocupado. Llama más tarde—Habló—

-Quiero que seas mi amante, DongHae—lo interrumpí y solté de golpe. Casi desesperada—Estoy dispuesta a dar mi todo por ti—Un silencio al otro lado del teléfono-- ¿Podemos vernos en este momento?—

TmmTH)


Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora