~Capítulo 40~ Respuesta con un sí

899 77 3
                                    



-(TN)—La voz entrecortada de DongHae—Dime que sí, (TN)... Dime que te casaras conmigo.

Observé sus ojos oscurecidos, sus labios entreabiertos y su frente sudorosa. Su amplia espalda debajo de mí, contra la cama, haciéndome sentir pequeña.

Sujeté sus mejillas, contemplándolo en silencio. Sus facciones bien definidas, la línea de su mandíbula y su nariz en completa armonía. Sonreí casi de inmediato—

-Donghae. Me casaré contigo. No quiero volver a apartarme de ti—

Una sonrisa se dibujó en los labios de Donghae, sujetándome del rostro y jalándome hacia él para volver a unir nuestros labios. El sabor dulce de su boca mezclándose con su aliento fresco y entrecortado. Sus manos en mis mejillas bajando hasta mis hombros y mi espalda, para sujetarme y luego impulsarse con su cuerpo para hacerme girar y quedar bajo su cuerpo, saliendo de mi cuerpo—

-¿Mereces tu recompensa?—Cuestionó con voz ronca y una sonrisa de vacilación. Entreabrí los ojos y un segundo después emití un gruñido, mesclado con un grito ahogado. Los dedos de DongHae habían entrado en mí de golpe, haciendo que tensara el cuerpo y mi sexo palpitara ante el placer se sentir otro orgasmo—

-Estás húmeda—Pronunció mordiendo mi labio inferior—Estás llena de mí. ¿Te gusta tenerme dentro de ti?—Empujó otro dedo en mi interior, ocasionado que jadeara—Estás repleta de mi semen, nena ¿Lo sabes?—

-Oh DongHae—supliqué clavando las uñas en sus hombros—Donghae. Me gusta, me gusta tenerte dentro de mí—

-Y a mí me gusta estar dentro de ti—Apretó su boca contra la mía, presionando sus dientes en mis labios y generando una pequeña herida al mordérmelos. El leve sabor a sangre corrió por mi boca, pero no detuve su beso. Apreté mis dientes contra su boca, como un gesto al exigir que me follara de nuevo—

-¿Estas ansiosa?—Jadeó—

-Donghae—Pronuncié su nombre entrecortada, mientras que él retiraba sus dedos para ubicarse sobre mí. Sus manos sujetaron mis caderas para acomodarme y luego empujó en mí con tan fuerza que solo emití un grito de dolor. Un dolor que resultaba ser muy placentero.

Empezó a envestir en mí un ritmo suave, pero luego fue aumentando la velocidad, transformando mi dolor en placer. Sujetó mi pierna derecha y la llevó hasta su hombro para tener más entrada. Coloqué mis manos sobre su nuca, rasguñando su piel al contacto de cada envestida.

Nuestros gemidos inundaron la habitación, mezclados con el ruido provocado al chocar sus bolas contra mí.

Donghae entraba y salía de mí, una y otra vez; bombeando cada vez más rápido y produciendo un calor naciente en mi vientre y el interior de mi vagina.

-ahhh. Mmmm. Ohhh—arqueaba el cuerpo cada vez más, llenándome de un placer que me empujaba hasta el máximo. Escalofríos placenteros me recorrían cada nervio de mi cuerpo hasta que finalmente, una oleada de calor exploto en mi interior, comprimiendo los músculos de mi vientre y muslos, dejando caer a mi cuerpo aun precipuo. Un líquido tibio me volvió a llenar en mi interior, y segundos después, Donghae se dejó correr sobre mí. Habíamos llegado a nuestro tercer orgasmo. El aliento de Donghae chocaba en mi boca, entrando entrecortadamente, teniendo los cuerpos sudorosos—

-Eres mi mujer—Pronunció entrecortado—Eres solo mi (TN). Siempre lo has sido—

Y era verdad. Siempre había sido solo suya. Solo la mujer de Lee DongHae.

Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora