~Capítulo 18~La mujer de Lee Donghae

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Sus manos me desnudaron con agilidad y maña. Me acariciaba los muslos mientras me empujaba a lo largo de la habitación a medida que me quitaba el sujetador y luego la dejaba caer al suelo. Ubiqué las manos en su camisa y empecé a desabotonar uno a uno, delineando con mis manos su perfecto cuerpo tonificado. Eché atrás su camisa y dejé su cuerpo ante mis ojos.

-¿Te gusta lo que ves?--- Susurró en mis labios, declinándolos con su lengua y son poder evitar suspirar y derretirme por dentro. Mis piernas estaban temblando y una exquisita sensación de excitación y deseo me llenaban todo el cuerpo, contrayéndome los músculos a medida que iba masajeando mi cuerpo.

-Me encantas Donghae. Me gustas demasiado—

-Eso es bueno—atrapo con sus dientes a mi labio inferior y lo apresó, midiéndolo y haciéndome gemir—porque a mí me fascina lo que toco y veo—Presiono sus labios contra los míos con más fuerza y me empujó hasta chocar contra la cama, en donde me empezó a recostar. Me tiró por completo sobre la cama y sujetó mis pies para quitarme los tacones y luego quitarse, también, sus zapatos.

Subió a la cama apoyándose en sus rodillas, una a cada lado de los bordes de mis rodillas, empezando a recostarse sobre mí, buscando mi boca y besándola con hambre. Su lengua empujaba a la mía y jugueteaba con ella, acariciadora y mordiéndome los labios de vez en cuando.

Mis manos acariciaban su pecho y suplicaban porque él me tocara más de lo que ya estaba haciendo.

Sus manos subieron hasta mis pechos y los presionó peñizcándolos y haciéndome soltar un gemido ahogado en su boca, al mismo tiempo que arqueé el cuerpo y blanqueé los ojos al sentir el dolor mesclado con perfecto placer—

-mmmm. Donghae—Jadeé apretando los párpados.

-Me vuelves loco. (TN). Me vuelves loco—Habló con la voz ronca y moviendo a masajear mis pechos con sus manos, haciendo círculos y piñizcando nuevamente, haciéndome jadear ante el dolor y el placer.

-Oh DongHae—

Sentí sus labios en mi pezón derecho empezando a succionarlo, mordisquearlo, y a la vez que enterraba su rostro en mi pechos. Me eché hacia atrás y entre abrí los labios en reacción al placer que me producía.

Jadeé mientras una de sus manos masajeaba mi pezón libre de su boca. Lo succionaba a prisa, estirándome con pezones con algunas mordidas y lamiéndome por completo. Abandonó ese pezón y se dirigió al otro para darle el mismo trato, mientras yo sentía que mi vientre se comprimía de placer y un cosquilleo me excitaba desde mi intimidad. ¡Oh dios! ¡Se sentía tan bien!

Apreté los dientes cuando abandonó mis pechos y bajó la cabeza hasta mi vientre, depositando besos y hundiéndome la piel con su lengua. Apreté los puños en las sábanas y separé las piernas con desesperación. Deseaba tanto sentirlo dentro de mí, necesitaba que me haga el amor y hacerme sentir que realmente era solo mío.

Su mano derecha se colocó sobre mi intimidad y empezó a acariciarme despacio, sobre la tela de mis bragas blancas. Sentí espasmos por todo mi cuerpo y un cosquilleo que me contraía los músculos de mis entrepiernas y los de mi vientre. ¡Oh dios! Me iba a acorrer sin tenerlo dentro de mí.

-mmm—jadeé arquear el cuerpo. Donghae me observó por segundos y luego tomó mis bragas de los costados para empezar a bajarlas, deslizándolas por mis piernas y dejándome completamente desnuda.

-Separa las piernas—Habló mirándome con ojos profundos y una mirada obscurecida, llena de lujuria y placer.

Apreté los labios e hice lo que me dijo. Se abrió paso y colocando sus manos por la parte interior de mis muslos, inclinó la cabeza y besó mi feminidad, haciéndome delirar ante la sensación de cosquilleo que se esparció rápidamente por todo mi cuerpo—

Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora