Daydream. Lágrimas de hielo

~Capítulo 4~ Atraídos como imán

-Donghae—susurré presionado mis labios sobre los suyos—

Un rose suave y amable con sus labios dulces como los recordaba. Entreabrimos los labios y el beso inició, empezando a chupar los labios del otro de manera lenta y pausada, introduciendo nuestras lenguas en la boca del otro, acariciándose. Levante las manos hasta sus mejillas para acariciarlo de manera amable. La curva de sus mejillas con su barbilla, su perfil varonil y esos labios que acariciaban a los míos de manera generosa. Todo parecía desaparecer... solo éramos él y yo, en un beso de esos, de esos que nos dábamos cuando éramos bastante jóvenes...

Sentí algo húmedo mojar mi mejilla, abrí los ojos pero antes de que viera que era esa humedad, DongHae apartó sus labios y me sujetó de las caderas con fuerza para levantarme de su regazo y hacerme sentar en el siento de a lado, mirando hacia un lado... ¿Eso era una lágrima?—

-Regresemos—Habló después de unos segundos y mirando hacia el frente con seriedad—No hay razón para traer malos recuerdos al presente.

¿Malos recuerdo? ¿Era un mal recuerdo? Sí. Tenía razón. Lo era—

-Vale—resoplé--La verdad que yo tampoco quería más malos recuerdos. Él sigue con su vida y yo con la mía.

Donghae condujo hasta la dirección de la mansión en donde vivía. La perecer la conocía muy bien. Se había informado bien—

Se estacionó y de inmediato bajé del auto sin ni siquiera despedirme ¿Por qué despedirme de un empleado? Mi sirviente. No me rebajaré a tanto. Me dirigí a la casa, abrí la puerta e ingresé a esta. Subí a mi habitación y me deshice de mi ropa y maquillaje a toda prisa, para luego meterme bajo la cama y tratar de Dormir. Donghae había arruinado mi noche el día de hoy. ¿Por qué tenía que volver?-

Me quedé completamente dormida al sentirme agotada. Cuando me desperté no encontré a Siwon a mi lado, él tenía negocios que atendía temprano. Además ya era medio día, así que debe de haberse ido hace rato.

Me levanté de la cama y me dirigí al auto de baño, necesitaba un baño de espumas para relajarme. Me metí a la bañera y me dispuse a relajarme. Lo necesitaba.

Luego de un buen relajo salí de la bañera y me dispuse a vestirme. Ropas finas y de gran costo. Como amaba mis cosas: Joyas, perfumes. Todo.

Salí de mi habitación y me conduje al comedor, era hora del desayuno. Caminé por el corredor y llegué a este, las empleadas me trajeron mi desayuno; y entre ellas la rubia que ayer se follaba Donghae. Maldita mosca muerta. Muy bien que fingías ser una mosca muerta y resultas ser una reverenda zorra. Menuda trepadora.

Nada de enfados (TN) o se te arrugará la piel.

Tomé mis alimentos y me puse de pie, salí del comedor y me dispuse a ir a los jardines. Quería un poco de aire fresco. Sin embargo, este fue arruinado, cuando vi cerca a los grandes jardines a DongHae hablando con la maldita sirvienta ¿Qué hacía le aquí? ¿La ha venido a ver? Ella se acercaba más y levantaba sus manos por el pecho de DongHae, sujetando su corbata y empezando a inclinarlo para besarlo, y Donghae subía sus manos por su cintura—

-¡Les pago para que trabajen!—Grité alborada y sin medir mi postura de gran señora de la casa. La empleada me vio y de inmediato bajó la cabeza para ir corriendo con la demás servidumbre. Caminé hasta DongHae quién me había dado la espalda, ignorándome—

-¿Viniste a verla?—arqueé las cejas— Pues cítala en algún otro lugar, no en mi casa. Tal vez cuando tenga un día libre—si es el caso que se lo doy.

-No—negó sacudiendo la cabeza-- ¿Por qué citarla fuera de la casa si nos veremos en todas la noches en el piso de la servidumbre?—arqueó las cejas—Tu querido esposo me contrató y con ello incluyó mi estadía en la casa. Ya sabes: En el piso de la servidumbre. Todos los empleados de esta casa tienen su pequeño cuarto y yo también—Me guiñó haciendo sacudir el cuerpo ante la idea de que me estaba contando-- ¿Sabes qué significa? Que ella y yo estaremos cerca. Pero a ti no te importa porque no estas celosa ¿O sí?—