~Capítulo 14~Fanta de él

1K 87 1
                                    

Sentí mi cuerpo retorcerse mientras asimilaba sus palabras. Y más aún que mi supuesta mejor amiga seria la que compartiría todo eso con DongHae— Tu guardaespaldas se casará, querida.

Un escalofrió recorría todo mi cuerpo gritando que fuera tras Donghae y le dijera que sí, que quería que fuera mi amante, que lo iba a arriesgar todo por estar de nuevo con él, que anhelaba sus caricias y que me hiciera el amor cada noche... que quería estar de nuevo con él...

-querida ¿querida? ¿Estás allí?—

-Sí—Hablé mordiéndome los labios—Estoy aquí. ¿A qué hora vendrás querido?—

-Estoy en camino. No tardaré más de cinco minutos, como que iré contactando a quien podría ser tu nuevo guardaespaldas—

-Siwon, yo no quiero otro guardaespaldas. ¿Sabes cuantos guardaespaldas inútiles me has contratado y casi todos han fallado por alguna otra cosa? ¿Sabes que hace unos días intentaron dispararme pero mi actual guardaespaldas lo ha evitado? No quiero otro maldito guardaespaldas que solo ponga mi vida en peligro. Quiero a mi estúpido guardaespaldas de vuelta—

-Querida. Trataré de conseguirte un guardaespaldas tan bueno como él—

Respiré hondo tratando de calmarme. No podía ponerme en ese plan o de caso contrario a Siwon no le agradará nada y terminaría dándose cuenta de la relación que había habido entre Donghae y yo—

-Vale—suspiré—Te veo en cinco minutos—

Creo que fue unos de los días más pesados de toda mi vida, aún más cuando dejé a Donghae hace años, ya que ahí podía aferrarme al deseo de tener y poseer más riquezas... pero ahora que lo tengo todo solo me veo hundida en el vacío de un mundo que yo misma he elegido.

¿De verdad te vas a casar, Lee DongHae? ¿De verdad es tu novia, mi mejor amiga? ¡Maldita perra! Todo el tiempo te interesó mi novio y solo buscaste la forma de hacerme conseguir lo que quería para lograr alejarme de él. No sé qué es peor: que haya tenido una única amiga que terminó apuñalándome por la espalda o que yo haya sido quien haya permitido eso al verme envuelta en el deseo de tener lo que siempre anhelando y la verdad... es que aún no quiero dejar mi todo por nada.

Caminaba por los pasillos de la casa e intentaba distraerme en alguna que otra cosa. A veces daba vuelta para tratar de encontrarme con DongHae, al parecerme que estaba tras mío, observándome con ojos sigilosos y lujuriosos, pero no estaba. ¿De verdad no lo volvería a ver nunca más?—

-Querida—Llegó mi esposo hasta la sala, en donde ya hacia sentada y con una revista en mano que solo observaba sin saber su contenido—Voy a viajar nuevamente. Regreso pasado mañana—se acercó y reposó un beso en mis labios—Te llamo apenas llegue ¿Vale?—

Sonreí con ironía. Ya estaba acostumbrada que viajase todo el tiempo. Asuntos turbios ocultos bajo su poder de señor poderoso. Todo era ya común para mí—

-Ok. Que tengas buen viaje—Palabras cortas y frías que parecían tan comunes.

Me quedé sola en la casa mientras mis manos no podían estar tranquilas. Cerraba los ojos y lo podía ver a él, besando mis pechos, entrando sobre de mí mientras me hacia el amor.

Gemí despacio y abrí los ojos jadeantes, sintiéndome húmeda. Esto me estaba volviendo loca.

Caminé en dirección a mi habitación con rapidez, tomé mi bolso de chándal y de prisa empecé a salir de casa. El chofer me observó y de inmediato trajo el taxi. Lo abordé sintiéndome nerviosa, más que nunca. Enseguida le indiqué la dirección, o más bien, el pequeño barrio en donde había crecido.

El chofer tardó media hora en llegar, estaba lejos y por suerte no había mucho tráfico o de caso contrario nos hubiésemos tardado el doble del tiempo.

Cuando ingresé a aquel barrio, una sensación se me sacudió el cuerpo en forma de añoranza. Todo estaba tal y como lo había dejado, a excepción que algunos pequeños arboles que entonces, ya eran grandes; además el antiguo parque estaba más arreglado y con nuevos juegos.

Donghae, Seohyun y yo solíamos correr muy de mañana para ir a los antiguos sube y baja que habían. Siempre había uno que quedaba, y DongHae siempre me elegía como pareja para todo, así que como odiaba que mi mejor amiga esté sola, nos turnábamos, los tres para pasearnos en aquellos subibajas que para nosotros era como estar en alguna nave espacial, haciendo volar nuestra imaginación. Donghae siempre paraba a mi lado. Recuerdo que cuando una fuerte lluvia nos había cogido mientras jugábamos lejos de casa, DongHae me jaló para tratar de cubrirme de la lluvia, extendiendo los brazos sobre mi cabeza y colocando sus manos sobre mí, y yo siempre lo abrazaba... me gustaba mucho las sensaciones que me hacía sentir cuando me tocaba, aun siendo niña ¿Puede enamorarse uno teniendo esa edad? Siendo una niña...

-Señorita- Me interrumpió mi chofer—Hemos llegado—

Miré la fachada de la casa con cierto miedo. Ahora era un poco diferente. Estaba pintada y tenía hermosas flores por la parte de afuera, además, de que rejas estaba en la parte delantera. La casa estaba mucho más bonita de los que recordaba... sus padres siempre me habían adorado, pero después de haber dejado a su hijo, dudo mucho que me reciban con buena cara.

Salí del auto con el rostro serio y tratando de aparentar serenidad a pesar de que me moría de ganas de salir huyendo de allí. Subí la mano hasta el timbre sintiendo mis piernas temblar y mi cabeza haciéndome dudar si debería hacerlo o no. Apreté los labios aun dudosa... quería verlo, pero ni siquiera sabía lo que le diría cuando lo viera.

En caso contrario era mejor que me marche y volviera cuando lo haya pensado con más tranquilidad. Bajé la mano con intenciones de marcharme pero era demasiado tarde. Al girar me encontré con él, observándome con sorpresa y confusión.

Traía puesto una camisa azul y un pantalón de vestir, me fascinaba cómo la camisa se le ceñía al cuerpo que no pude evitar no mirarlo—

-Donghae—Jadeé a falta de aire al tenerlo tan cerca—

Esperé una respuesta como que ¿Cambio de opinión? Algo que me ayudara a decirle que quería que fuera mi amante y que estaba dispuesta a mi todo por nada... aunque no estaba segura al cien por ciento. Sin embargo, su reacción fue otra—

-¿qué haces aquí?—Frunció el ceño viéndose bastante disconforme con mi repentina visita y haciendo que me arrepintiera de haber venido a buscarlo—

-Pues...-- tragué saliva buscando una respuesta convincente—

-si buscas a los padres que abandonaste hace años, viven volteando la esquina ¿Acaso ya olvidaste la dirección de tu propia casa? Ah, lo olvidé... ya no es tu casa—Sus palabras sonaron tan hirientes que pareció que me traspasaba el corazón con agujas filosas. No lo entendía... después de la noche que tuvimos ¿Él me recibe así?—

-Lo recuerdo muy bien. –No es necesario que me lo recuerdes—Hablé sintiéndome cómo me enfadaba y la sangre me empezaba a arder. Donghae tenía la capacidad de sacar lo mejor y peor de mí—

-Pues vete que estoy ocupado con los planes de mi bosa—Me apartó con su brazo para darse paso a su casa y luego sacar sus llaves y abrir la puerta—Que tus padres siguen creyendo que tal vez alguien te secuestro y estés muerte... ellos no creen que fuiste tú quien los abandonó... al igual que a mí—

Tragué saliva sin saber qué hacer... no te vayas, espera.

-Donghae. ¡Sorpresa!—Una voz bastante conocida salió de la casa cuando se abrió la puerta y segundos después la vi aparecer por la puerta abrazando al hombre que una vez fue solo mío. Apreté los puño, furiosa y deseando lanzarme sobre ella para reclamarle su atrevimiento.

Pero para mi suerte, ella no tardó en notar mi presencia. La vi quedarse helada y con los ojos abriéndolos como platos al mismo tiempo que miró de DongHae a mí y de mí hacia DongHae—

-Hola, Seohyun. Qué bueno verte—La saludé con la mano mirándola irónica. "maldita traidora"


Daydream. Lágrimas de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora