Chapter 20: Cuestión de Tiempo

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En el pent-house de aquel edificio se encontraba un joven albino, mirando por el gran ventanal aquel manto de nubes que cubrían perfectamente la ciudad. Algunas gotas comenzaron a caer, y el suspiro tranquilo.

Bebido de la taza de té que poseía en sus manos, sin dejar de apreciar la hermosa vista que proporcionaba su hogar.

-Señor Toneri, la limusina esta lista-dijo su joven empleada.

-Excelente-formulo una sonrisa pequeña sobre sus labios, después dejo la taza de té en manos de su joven sirvienta.-Volveré tarde, así que no me esperes- La chica asintió.

Toneri camino a su habitación y tomo su saco negro. Se miró al espejo antes de marcharse, felicitándose por su atuendo elegante y casual. Una elegante camisa blanca, a juego con un pantalón de vestir en color gris, zapatos perfectamente limpios y de ese intenso color negro. Termino de colocarse su saco negro, abotonando hasta el pecho.

Salió de su lujoso hogar para subir a su elegante limusina.

-Buenas tardes, joven Otsotsuki, ¿a dónde gustaría que lo llevara hoy?-hablo el chofer abriendo la puerta de la limusina.

-Quiero ir a ver a mi joven amiga-respondió abonando el auto.

-Sus deseos son ordenes-El hombre cerró la puerta una vez que Toneri estaba dentro. Camino hasta el frente y abordo para ponerse en marcha a la casa de la joven Uchiha.

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En el departamento de las chicas, Hinata estaba danzando en la cocina de un lado a otro, preparando a saber dios que cosas. En algunas ocasiones a la joven Hyuga entraba en un estado donde le encantaba preparar mucha comida. Sobre todo en los días nublados.

Naemi estaba en la sala, escuchando como Hinata preparaba las cosas, ella por su parte tenía su amado violín, el cual afinaba para darle algo de inspiración a Hinata mientras cocinaba.

Una vez afinado, estaba a punto de tocar algo, cuando el llamar de la puerta detuvo sus acciones. Extrañada se levantó del sofá.

Ese día no esperaban visitas, Sasuke estaría con Madara e Itachi, el mayor había preparado una tarde en "Familia". Naruto por su parte tenía mucho que quería hablar con su Padrino Jiraiya; Su padre Obito tuvo que salir de viaje a Suna, donde se encontraría con su amada esposa, y los Jinchurikis estarían en sus asuntos cada uno.

Naemi abrió con cuidado la puerta, y se sorprendió de ver ahí de pie a su albino amigo.

-¡Toneri!, Vaya sorpresa-dijo dedicándole una sonrisa.

-Buenas tardes, Naemi-Saludo educadamente el joven.-Espero que mi visita no sea inoportuna-

-Para nada, adelante-Le dejo pasar.-No esperaba verte... habías dicho que saldrías de la Ciudad unos días-

-Regrese antes de lo que pensaba, y decidí venir a verte, y ver tu... acogedora casa-

-Lamento que no sea un pent-house- Se rasco la nuca algo nerviosa. Conocía los gustos de Toneri, un joven que siempre fue rodeado de lujos, alguien a quien le gustaba mucho vivir por encima de las nubes.

Los dos caminaron hasta la sala, atentos a la mirada de Hinata. Recordar lo que Sasuke le había dicho le causo un tremendo vuelco en el estómago. Tan solo verlo le revolvía las tripas.

-Oh, pero que modales los míos-El joven peliblanco se encamino a su lugar en la cocina, para saludarla con un beso en su mano como todo un caballero.-No espere encontrarla aquí, señorita Hyuga-

Revenge of the fallen angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora