Chapter 22: Abismo

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Dolido no era la palabra que le quedaba en ese momento, para nada, él estaba en una completa agonía. Había metido la pata en grande, lastimando a Hinata y alejándola de él.

Fue un idiota, un patán y estúpido que antepuso su venganza por encima de todo, y de todos. Si no hubiera querido vengarse, nada de esto le estaría pasando, nada de esto le estaría matando lentamente como veneno de serpiente.

Todas aquellas lecciones que veía en la T.V o leía en los libros con respecto a la venganza no le enseñaron nada.

Una espada de doble filo, un platillo que se servía frio, nada de eso importaba ya. Arruino no solo su vida, sino también la de Hinata, la de Naemi y la de sus dos "mejores amigos". Aunque estos dos lo tenían merecido, la culpa no dudo nada en atormentarle.

No se debería tratar de tomar venganza o cobrar el daño que las personas te han hecho, puesto que al karma no le gusta que hagan su trabajo, y que al hacerlo te hará pagar con lágrimas de sangre.

Si su hermano estuviera ahí, le miraría con aquella superioridad, negando con la cabeza y cruzado de brazos diciendo:

"-Te lo dije-"

Para evitarse aquella escena, se quedó en la casa de playa. Había limpiado lo de la fiesta en un desesperado intento por distraer sus pensamientos y tratar de sentirse mejor. Cosa que no le funciono.

Tarde o temprano tendría que regresar y rendirles cuentas a todos. Tarde o temprano iba a regresar para afrontar los hechos que causo, uno de ellos, afrontar el dolor que sembró.

Aún seguía en esa casa envuelto en la completa oscuridad que le podría brindar. Daba gracias a que el sol se mantuviera oculto tras aquellas nubes grisáceas y evitaría molestarlo más.

¿Habían pasado días?, claro que sí, pero él no sabía cuántos exactamente. No sabía cuánto tiempo hacia estado dentro de su propio abismo. No había probado bocado alguno, su apetito se había esfumado y solo se llenaba de alcohol y más alcohol.

Algunas de las botellas de whisky que había comprado estaban vacías en su entorno al igual que las demás botellas de alcohol. De lo único que estaba seguro era que si se atrevía a fumar estallaría como una bomba a causa de tanto alcohol que recorría su sistema.

Bebía con tal de no llorar, dormía con tal de no estallar en cólera, y se la pasaba sumido en la oscuridad por ser el único lugar donde se sentía seguro. Se odiaba demasiado que no soportaría verse.

Había perdido al único rayo de luz que poseía, y ahora estaba en esa misma oscuridad que tanto fue su hogar en el pasado.

Recargo la cabeza en el respaldo del sofá, extendió sus brazos a lo ancho del mismo con la botella de whisky en su mano izquierda. Miraba atento el techo que era su entreteniendo en esos días, dejando que su mente se perdiera en sus pensamientos y esos recuerdos que logro en esos meses.

Se llevó la botella a la boca y le dio un largo sorbo directo para después volver su pose inicial. Mirando el techo, tratando de sofocar todo el dolor y rencor que sentía. Trataba de ahogar sus penas en esa bebida.

¿Por qué las cosas le habían salido mal?, ¿Por qué no salió como esperaba?... ¿esos meses que pasaron habían hecho algo más de lo que pensaba?

Eran demasiadas preguntas que surgían como tornados en su cabeza, causándole un terrible dolor. Volvió a beber, ahora dando un sorbo más largo, lo suficiente para que aquella botella quedara semivacía.

Sentía tanto odio recorriéndole las venas, tanta rabia por que las cosas no salieran bien, que ese mismo odio exigía salir de su cuerpo de alguna manera. Se puso de pie como pudo, apoyándose sobre el sofá para mantener el equilibrio y tratar de llegar a la cocina para tomar más alcohol.

Revenge of the fallen angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora