Y por fin... Había llegado, no el día, sino la noche perfecta. La noche en la que todo terminaría y por fin podría ser libre de su dolor. Por fin sería feliz con la persona que amaba...
En la casa de playa, o más bien aquella pequeña mansión que por su estilo la mayoría de personas le diría casa, aquella estructura al más puro estilo de las casas de Playa de Hollywood, de ese estilo de casas que usualmente son vistas en películas, se encontraba el apuesto pelinegro, el menor de los hermanos Uchiha con su apuesto atuendo completamente en color negro. Una camisa negra, pantalón de vestir negro y zapatos perfectamente boleados y limpios.
Terminaba de acomodarse el cuello delante del espejo de cuerpo completo que estaba en su habitación. El sonido de las olas chocando contra la arena se escuchaba perfectamente a las afueras. Dándole un ambiente tranquilo.
Amaba esa casa, porque en ella había pasado tantos buenos momentos. Había sido el lugar donde tuvo su primera pijama da con Naruto y alguno de sus amigos, había sido testigo de su primera cita con Sakura y cómo extra también había sido el lugar en donde dejo de lado su inocencia. Y justamente esa noche sería testigo de su liberación y de su soñada venganza.
Tanto tiempo, casi medio año planeando todo, casi medio año soportando el dolor. Y hoy por fin sería libre. Ese día por fin, todo terminaría y por fin podría seguir con su vida.
Termino de verse delante del espejo, mirándose de pies a cabeza, hasta que se sus propios ojos se encontraron. Se quedó mirando hacia sus ojos, esperando ver algo que jamás apareció. Suspiro y salió de la habitación hacia la pequeña terraza donde la fresca brisa marina golpeaba su rostro.
Dado que ya era la temporada de frio, aquella brisa se sentía encantadoramente fría y más fresca. Aspiro profundo aquella brisa marina, la retuvo un par de segundos dentro y después la dejo escapar lentamente. Aunque su piel se erizara por el frio y un escalofrío atravesara su columna vertebral, siguió fuera, dejando que toda esa brisa le golpeara.
Extrañamente sentía un hueco en el estómago, y un extraño frío que surgía de su corazón, creyendo que era por la brisa fría y el no haber probado bocado en un buen rato, volvió a su habitación y acto seguido salió de la misma para irse al primer piso.
En la casa de playa ya estaba Akatsuki terminando de preparar todo para la fiesta. Desde la comida, hasta el sonido. Las bebidas y la "seguridad" para que nadie fuera capaz de subir a las habitaciones. No importaba que fuera una fiesta, el menor de los Uchiha no quería que nadie fuera capaz de subir.
-Nagato y yo nos quedaremos cuidando el piso de arriba, ustedes pueden hacer lo que les plazca abajo-ordeno Yahiko a sus colegas.
-¡Wajuuu!-festejo Deidara.
-¿Están seguros de eso?-hablo Sasori.
-No quiero estar presente cuando ese pequeño realice su plan-respondió el peli naranja metiendo sus manos en sus bolsillos.
-¿Y porque aceptaste ayudarlo?-contradijo el pelirrojo.
Antes de que pudiera responder a aquella pregunta, Hidan llamo su atención diciendo que algo no estaba bien con el sistema de sonido, fue a ayudarle dejando a su compañero con aquella duda. Ya después se encargaría él de encontrar porque Pain había aceptado ayudarlo.
Sasuke bajo y camino a la cocina donde estaba Konan y Kakuzu terminando de colocar los aperitivos. El menor de los Uchiha se acercó a tomar un puñado de nachos y esperar que ese extraño hueco de su estómago se quitara.
-Luces muy apuesto, Sasuke.-felicito Konan dedicándole una sonrisa.-Hinata es una chica con mucha suerte- El Uchiha le respondió aquello con una sonrisa pequeña.
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Revenge of the fallen angel
Fiksi PenggemarSus caminos se unieron por el dolor,sus caminos se unieron por el pecado...pero solo ellos decidirán si se entrelazan y se juntan por siempre. Su corazón herido es peligroso,se volverá un demonio con cara de ángel,mientras su sed de venganza no se s...