Chapter 4: Eres Nada

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Sasuke y Hinata estaban en la terraza, ya tenían si acaso una semana juntándose hay a charlar, sobre las dos últimas semanas. A Hinata le habían parecido las mejores en mucho tiempo, y es que los Jinchurikis habían estado yendo a diario, no todos, sino algunos. Ya fuera a comer o cenar, a salir a algún lugar o ponerse a charlar. Eran una compañía agradable y divertida. Siempre los veía sonrientes y felices, los veía siempre con una sonrisa en sus labios, nunca los vio con una mirada vacía, ni triste. Siempre positivos. Y fuertes.

Y aquella energía que pudo tomar de ellos, aquellas palabras que le decían, aquellos buenos consejos y toda esa agradable "buena vibra" que le transmitieron, se sentía lista para volver a clases.

Sasuke, por otro lado no pensaba lo mismo. Y aun que se mostrara más tranquilo, y mejor que antes en su mente no dejaba de viajar la misma idea de siempre. Venganza.

Y si, ya tenía una idea un tanto retorcida en su cabeza. La cual, ya había puesto en marcha. Pero aún tenía que hablarlo con su hermano, por que aquella venganza necesitaba mucha ayuda. Y solo su hermano, junto a sus amigos podrían ayudarlo. Ya él se encargaría después de atar los cabos sueltos.

Aun así, mientras su venganza tomaba mas forma, sus ojos se posaban en la chica Hyuga, aquella chica que había estado con él desde el inicio a su infierno. Aquella chica que sufrió tanto como él. Y quien sin duda, quería meter en esa venganza...

-¿Te sientes l-listo para volver. Sasuke?-hablo tímida como siempre.

-Sí. Pero realmente no quisiera hacerlo. Me ha agradado la idea de vivir en un sofá...-sonrió levemente. Su comentario le saco una risa pequeña a la chica, quien desde hacía ya mucho tiempo le agradaba ver sonreír...y más si era por el.- ¿Y tú?-

-Ohm. Aun algo nerviosa...-sonrió, mientras movía su cabello a un solo lado, dejando así descubierto su cuello y hombro. Ese día llevaba puesto un vestido turquesa de hombros descubiertos y sujeto hasta la cintura dejando el resto libre. Su piel se veía tan blanca como siempre, pero ya no se veía seca, se veía tan suave. Su mirada ya no expresaba tristeza, ni sus mejillas se veían encharcadas por tantas lágrimas que alguna vez derramo. Sin duda alguna se veía mejorada y nueva.

-Es normal...-estuvo a nada de tartamudear al verla. Su piel, su cabello moviéndose suavemente con la leve brisa que hacía, y ese encantador aroma que desprendía de cada poro. Mas el brillo de los últimos rayos del sol quedando como fondo, la hacían lucir hermosa y como un bello ángel. Dando así como resultado que lo que pensó que estaba muerto, algo llamado "corazón", comenzara a latir, o volviera a intentar hacerlo.

Sasuke desvió la mirada hacia otro lado, dejando ahora que fuera Hinata quien lo viera y analizara. Él se veía tan tranquilo, tan relajado y en cierto aspecto feliz. La piel blanca contrastaba perfectamente a su cabello negro. Sus facciones definidas y aquel semblante de tranquilidad lo hacían lucir tan guapo. Su ropa aquel día era de una camisa a botones negra y unos janes azul claro. Su camisa abierta de tres botones superiores dejaba ver su torso, el cual en otras ocasiones logro ver en su totalidad y solo para ella. Él siempre fue muy serio y callado, siempre tan distante y misterioso. Era atractivo, inteligente y suspicaz. Era un premio de hombre, solo que tenía ese temperamento tan agresivo y egoísta, tan cabrón... pero, Hinata en todo ese mes y medio que vivió con él, se dio cuenta de que el tenía más lados buenos de los que pensó.

Si las chicas de la Universidad supieran lo que ella ahora sabia de ello que ella vio de él y que quizá nadie más ha visto, sin duda alguna la envidiarían eternamente. Porque, tener a Sasuke Uchiha, viviendo bajo el mismo techo, compartiendo sala, compartiendo las tres comidas, estando juntos las veinticuatro horas, los siete días de la semana, verlo casi desnudo a veces. Porque si, a veces se paseaba por la casa en solo toalla. Verlo en shorts, sin camisa, admirar su cuerpo musculado, ver su sensual espalda, era una auténtica delicia a los ojos de cualquiera.

Revenge of the fallen angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora