Un par de días habían pasado desde lo ocurrido, y las cosas no pintaban a mejorar.
Ambos estaban aún en estado de coma, no había muchas mejoras, y lo único que quedaba era la tortuosa espera.
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Hinata estaba sentada en aquel amplio sofá, a un lado de ella estaban un par de bolas de estambre de color rojo, mismas que usaba en aquella bufanda que estaba haciendo. De esa manera le resultada más soportable la espera.
Hacía ya unos días, había hablado con su Padre, y aunque este no se mostrara contento por la decisión de su hija de quedarse al lado de aquel que le había roto el corazón, decidió permitírselo, más que nada, por aquel tono que uso tan firme y confiado que le había sorprendido enormemente.
Si bien aquel cambio lo noto antes de marcharse, y cabe decir que estaba contento de eso, Hinata había descubierto una fuerza en sí misma, aquella fuerza que provenía de los Hyuga.
Ella estaba segura de lo que haría, estaba segura de quedarse con él hasta que despertara. Aun si eso significaba perderse las fiestas y sacrificar su navidad y año nuevo con su familia.
Eran si acaso más de media noche, y ella aún seguía tejiendo, el acuerdo que habían logrado era; Itachi y alguno de sus amigos los cuidaban de día, y tanto ella como Naemi de noche. Dadas las condiciones climáticas de Konoha, varios vuelos se habían suspendido y algunas pistas de aterrizaje cerradas debido al mal clima.
Por dicha razón, tanto Madara como Jiraiya no habían podido estar presentes.
Hinata estaba contenta de pasar esas horas con Sasuke, siempre que le miraba pareciera que dormía y que en algún momento despertaría. Paseaba su mirada hacia Naruto en alguno que otro momento, lo que le llevaba a ver a su amiga, a veces le causaba alguna que otra pequeña sonrisa de ver las cosas que hacía para matar el tiempo.
Puesto que no podía llevar ni su guitarra, violín u otro instrumento musical, solía llevarse libros, libretas que usaba para rayarlas, otras una almohada para tratar de dormir entre otras cosas más.
Dejo el tejido que llevaba sobre sus piernas, para poder estirar sus brazos y mover un poco su cuerpo, la misma posición le cansaba de momento, por lo tanto cada varios minutos se movía.
Aprovecho para ver a Sasuke, siempre que lo miraba su corazón se encogía y le desarmaba el alma. Era muy doloroso verlo de esa forma sin poder hacer nada para ayudarlo... nada más que quedarse a esperar.
-¿Cómo vas con tu bufanda?-dijo Naemi mientras tomaba un lugar a su lado.
-No es para mí...-ella sonrió.-Quiero dársela a Sasuke cuando despierte- Naemi le correspondió a la sonrisa, pero aquella sonrisa se borró.
-Hinata...-ella hablo, sin mirarla, con la voz ahogada.- ¿Tu realmente crees que despierten?-
La Hyuga clavo sus ojos en ella, un hueco en su pecho se anido, no quería pensar si quiera en eso, no debía pensarlo. Pero...
-¿Tu...crees que no?- fue lo único que se le ocurrió decir en ese momento. La contraria suspiro.
-Realmente no lo sé... es solo que...- Habían pasado varios días, y no había mejoras en cuanto a su salud, era cierto que las heridas menores ya estaban sanando, pero ellos no mostraban signos de mejorar.-No quiero imaginarme la vida sin ellos... pero, ¿y si no despiertan nunca?...¿o si tienen esa clase de cosas que pasan en las películas en donde pierden la memoria jamás nos recordaran?-
Hinata solo atino a sonreír, quizá Naemi ya estaba exagerando, pero había algo que podría ser cierto, ¿y tenían amnesia?, negó con la cabeza, ambas estaban cansadas y era normal que empezaran a divagar.
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Revenge of the fallen angel
FanfictionSus caminos se unieron por el dolor,sus caminos se unieron por el pecado...pero solo ellos decidirán si se entrelazan y se juntan por siempre. Su corazón herido es peligroso,se volverá un demonio con cara de ángel,mientras su sed de venganza no se s...