Capítulo 2.

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-¡Hey, déjala!

En ese mismo instante el sujeto me soltó y comenzó a correr alejándose de mí.  

Un asaltante muy valiente... Nótese mi sarcasmo.

Caí al suelo sin poder levantarme. Sentía que todo daba vueltas a mi alrededor, mi vista estaba nublada y sentía un fuerte dolor en el pecho a causa del llanto reprimido durante esos últimos minutos.

-¿Estás bien?- preguntó la misma voz obligándome a mirarlo. Intenté mantener los ojos fijos en él pero me era imposible. -Tranquila, no es muy profunda...- dijo mirando mi estómago. Al mirarme pude ver mi camisa blanca con una gran mancha de sangre, lo que me hizo sobresaltar aún más. -Espera...- se quitó la bufanda que llevaba en el cuello y me la puso en el vientre, que seguía sangrando, por cierto. -Sostenla ahí, voy a llamar una ambulancia.- se volteó un momento.

Extrañamente no sentía dolor alguno, solo me impresionaba muchísimo pensar que estaba herida en el medio de la calle y que un desconocido me estaba ayudando. 

Limpié las lágrimas de mis mejillas y de mis ojos, así lograría ver con mas claridad. Pude notar restos de maquillaje en el dorso de mi mano al limpiarlas, debía verme horrible.

-La ambulancia ya viene.- sonrió arrodillándose junto a mí.

-Gracias...- intenté sonreír.

Ésta vez sí pude verlo bien. Era un chico de unos 20 años, con cabello castaño y alborotado, hermosos ojos verdes, perfecta sonrisa, y su voz... me resultaba muy familiar. Oh, no. Era...

-Soy Harry, por cierto. Harry Styles.

Narra Harry.

Al ver la escena a un poco más de cien metros de distancia, no estaba seguro de si debía ayudarla o dejarla sola. Nadie me había ayudado a mí en ese último tiempo, y realmente lo necesitaba. Fue ahí cuando mi mente comenzó a regañarme. "¿Qué tan cretino puedes ser?", pensé. Ella no tenía la culpa de mis problemas, no era culpable de la vida que tenía. No podía dejarla sola... Así que grité lo más lógico, pero a la vez estúpido: "Hey, déjala!", pero al parecer sirvió. El tipo la soltó y comenzó a correr.

Me acerqué a ella rápidamente, estaba muy asustada, y tenía razones suficientes como para estarlo.

-Soy Harry, por cierto. Harry Styles.- sonreí intentando hacer que se calmara.

-Lo sé.- rió nerviosa.

-Me conoces, genial.- ella asintió sonriendo levemente. -Entonces... Creo que estoy en desventaja. Tú me conoces y yo a ti no... ¿Cómo te llamas?

Volvió a sonreír con ternura. Esa sonrisa, yo la conocía. Pero... ¿de dónde la conocía?

-Jessica. Soy Jessica.- murmuró con la voz entrecortada.

-Jessica...- susurré torpemente al escucharla. Le sonreí otra vez, y ella a mí.

Después de varios minutos de viaje en ambulancia llegamos al hospital.

Conocía a Jessica, de eso estaba seguro, pero no podía recordar de dónde la conocía. Tal vez solo era mi imaginación. Si nos conocieramos ella me habria recordado, ¿no?  

Ya nos habían dejado claro que no era grave lo que le había pasado, pero que había perdido bastante sangre y que podría sentirse mareada o débil.  

Me senté en un banco junto a la pared dentro de la sala en la que nos encontrábamos. Ella parecía estar calmada, tranquila. Cada vez que la miraba me daba una sensación extraña, me sentía como en mi antigua casa en Cheshire.

Never Let You GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora