Capítulo 31.

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Una perfecta noche más junto a Harry terminaba, y yo no había podido dormir absolutamente nada. La claridad del nuevo día comenzaba a iluminar la habitación y la cálida brisa marina ingresaba a través de la puerta abierta del balcón. Descansaba cómodamente sobre su pecho desnudo, mientras él, completamente dormido, abrazaba mi cintura manteniendo nuestros cuerpos juntos, sin permitir que me alejara siquiera un centímetro de él. Oía y podía sentir su respiración chocar sobre mi cabello, calma y acompasada. Me encantaba oírlo así de cerca, se había vuelto algo habitual, tan necesario para mí que cuando no lo escuchaba en las noches me sentía vacía.

Decidí levantarme, era inútil intentar dormir, ya casi amanecía; además, por alguna razón, no estaba cansada. Intentando no despertarlo me levanté de la cama. Tomé la camisa que él había usado la noche anterior y me la puse, me quedaba lo suficientemente larga. Caminé silenciosamente hasta el balcón y me apoyé contra el barandal. La vista a esa hora era hermosa: los primeros rayos de sol iluminaban el mar, las olas que llegaban tranquilamente hasta la orilla y las finas nubes volviéndolas suavemente rosadas.

No pude evitar sonreír mientras pensaba en todo lo que estaba viviendo. Nunca imaginé que en algún momento terminaría enamorándome de Harry Styles a tal punto de dejar de lado mi sueño de toda la vida por él. Eso definitivamente no estaba en mis planes, pero era millones de veces mejor, y no me arrepentía. Había valido la pena, pero en ese momento, todo estaba demasiado bien, había sido muy fácil conseguir lo que tenía. No quería pensar que eso terminaría en algún momento, pero me era inevitable. Supongo que después de tantos meses estando con Harry, terminé pensando como él y él como yo. Ya estaba acostumbrada a tenerlo cerca, no podía imaginarme un día sin él conmigo. En ese momento creía que no podría ni respirar teniéndolo lejos, que me sería imposible vivir. Se había convertido en el centro de mi universo, yo misma lo había hecho. Me hacía feliz, me amaba, me apoyaba y me protegía; ¿se podía pedir algo más en él? Para mí era perfecto. Me rompía el corazón pensar que alguien estaba intentando sacarlo de mi vida... ¿Por qué? ¿Qué le había hecho yo para que me odiara así? Tal vez amar de verdad a Harry, tal vez eso le molestaba tanto. Después de perderlo así, tan estúpidamente, y luego darse cuenta de que ya no lo tenía, cualquiera estaría desesperada por recuperarlo. De todos modos no estaba dispuesta a dejarlo ir así como así, nunca podría haber sido tan torpe... Pero estaba preocupada. No había pensado en lo "peligrosa" que podía llegar a ser Melrose hasta ese momento. No me importaba lo que pudiera llegar a hacer o decir contra mí, lo que me asustaba era pensar que tal vez Harry caería en su trampa. No había pensado en eso nunca desde que tuve el enorme placer de conocerla. Luego de todo lo que había pasado entre nosotros, aún así, Harry seguía siendo un hombre... uno muy codiciado, y bastante fácil de convencer. Melrose no era fea en lo más mínimo, cualquiera habría querido estar con ella, y ella probablemente no se lo habría negado a nadie tampoco. Todo eso me inquietaba, y lo peor era que sólo había comenzado a pensarlo hacía unos minutos.

-No volviste.- murmuró a mi oído abrazándome por detrás. Repentinamente noté que ya había amanecido por completo. Había pasado mucho tiempo pensando en ese lugar, perdiendo tiempo que podría haber pasado junto a Harry.

-Creí que estabas dormido.- respondí volteándome para abrazarlo también.

-Esa no es una excusa aceptable, sabes. Y esa es mi camisa, no voy a compartirla contigo... Quítatela, ya.- sonrió jalando de ella.

-Harry, por favor.- reí intentando safarme, pero él me tomó en sus brazos y entró rápidamente de nuevo a la habitación para lanzarnos a la cama.

-Ya no puedes escaparte, preciosa.- rió subiéndose sobre mi cuerpo y desabotonando la camisa. Abracé su cuello y lo atraje hacia mí para besarlo largamente, sin importarme nada más. Todo ese agovio que me inundaba crecía más y más al estar con él, al besarlo. El miedo que sentía por perderlo, por alguna razón, se intensificaba cada segundo. No entendía del todo qué me pasaba, y era peor. Me separé de él lentamente, suspirando afligida.

Sonrió de una manera muy tierna, aún con los ojos cerrados, lo que me hizo reír silenciosamente.

-Hey, ¿qué pasa, linda?- murmuró acariciando mi mejilla.

-No lo sé, Harry. Tengo un mal presentimiento, creo...- respondí del mismo modo, recostándome sobre su pecho nuevamente.

-¿Por qué? ¿En qué piensas?- preguntó algo preocupado acariciando mi cabello.

No quería contarle, me sentía tan tonta por pensar en eso...

-No importa, ya no quiero pensarlo... Quiero disfrutar de este momento, estoy aquí, contigo; todo está bien... No quiero que termine.- sonreí.

Él me besó dulcemente durante un momento.

-Yo tampoco.- sonrió al separarnos. - Y... debo decirte algo, también...- murmuró sentándose.

-¿Qué pasa?

- Yo... estuve pensando y... quiero que te mudes conmigo, Jess.- sonrió acariciando mi mejilla con ternura. -Es que... bien, ya hemos estado juntos desde hace bastante y... mi casa es demasiado grande para vivir allí solo.- agregó. -Tal vez... si vivieras allí conmigo... no te extrañaría tanto y... tal vez podría ser más feliz.- sonrió.

Reí fuertemente al escuchar sus infantiles argumentos.

-¿Es en serio?- pregunté sorprendida.

-Por supuesto.- rió. -Creo que es un gran momento para dar el siguiente paso en nuestra relación... ¿Qué me dices?

-Eso sería grandioso, Hazza...- reí emocionada.

-¡Perfecto!- exclamó del mismo modo -Entonces debes mudarte cuanto antes. Veamos... luego del viaje de la próxima semana, ¿te parece bien?

-Wow... Eso es... algo pronto.- reí nerviosa. La idea me abrumaba, pero era perfecta. -Está bien... me parece genial.- lo abracé.

A lo largo del día no recordé en ningún momento mis estúpidos pensamientos, la pasamos espectacularmente bien. No quería que esa semana terminara, pero ese último sábado allí se hizo muy corto, y al terminar la tarde tuvimos que volver a arreglar nuestras cosas, era hora de volver al mundo real.

Habría dado cualquier cosa porque no terminara esa tranquilidad. Muchas veces deseé volver el tiempo atrás y regresar a vivir nuevamente los viajes como ese, junto a los chicos, junto a Kendall, junto a Harry... Lamentablemente el tiempo no regresa.

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Hola, lectoras hermosas :) soy Daniela, yo escribo esta fanfic. Quise aparecer para presentarme, ya que en más de la mitad de la novela no había aparecido aún ni les había dicho lo agradecida que estoy porque leen esta novela; MUCHAS GRACIAS. Ya quedan pocos capítulos para el final. Nuevamente muchas gracias por leer, significa mucho para mí <3

Never Let You GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora