Me encontraba en la barra con Eleanor y Kendall, quienes se habían convertido en grandes amigas durante el último tiempo.
Harry se había alejado hacía unas dos horas, yo no era su única invitada, por lo que las tres habíamos estado juntas desde entonces. Habíamos bailado durante mucho tiempo, y al cansarnos nos acercamos allí para tomar algo. Estábamos conversando, o al menos intentando hacerlo, durante los siguientes minutos. Ellas comenzaban a reír por cualquier cosa que yo decía, y eso me causaba mucha gracia. Yo nunca fui muy fanática del alcohol. No me agradaba estar ebria, salvo por un par de veces en las que casi accidentalmente terminé ebria... Pero ellas sí que se habían excedido bebiendo esa noche.
-Iré a ver a Harry, enseguida vuelvo.- dije levantándome del banco. -Te recomiendo que dejes de beber, linda.- le guiñé a Ken. Ella comenzó a reírse a carcajadas, llamando la atención de todos los que se encontraban cerca.
Había caminado unos tres pasos cuando vi a una rubia conocida en el centro de la pista de baile. Desde ahí arriba la podía ver perfectamente bien, era ella.
-¿¡Qué hace Melrose aquí!?- pregunté volviendo a sentarme en el banco junto a la barra.
Eleanor me miró desconcentrada.
-Oh, debe ser una invitada de algún otro invitado. Ella siempre encuentra la forma de meterse en los lugares donde está Harry... Creo que no entiende que ya lo perdió para siempre.- dijo revolviendo su licuado con un palillo.
-¿Qué... ¿A qué demonios te refieres?- volví a preguntar confundida. Ella ahora me observaba sorprendida.
-¿Harry nunca te contó sobre ella?
-No, ¡ya díganme!
-Estuvieron saliendo durante varios meses, hace cerca de un año terminaron... ella le fue infiel más de una vez y la prensa fue quien la descubrió. Harry quedó como un estúpido. Fue algo muy duro para él, todos creemos que fue eso lo que lo dejó tan mal, aunque nunca lo supimos bien. Él realmente la quería, estaba muy enamorado, pero todo el mundo se daba cuenta de que ella no sentía lo mismo, aunque lo disimulaba muy bien.
-Había desaparecido,- continuó Kendall. -no sabíamos nada de ella hasta hace unos meses atrás, cuando se apareció en la casa de Harry queriendo "hablar" con él... Desde ahí no ha dejado de molestarlo.
-Lo sabía...- murmuré casi para mí misma. -¡Es una perra!- exclamé. Ambas asintieron. -No puedo creer que alguien sea capaz de hacerle algo así a Harry... Él no lo merece. Y... no entiendo por qué nunca me lo contó.
-Tal vez se sentía avergonzado... No es algo de lo que le guste hablar... con nadie.- acotó Ele.
-Pobre Harry... No tenía idea de eso, si lo hubiera sabido habría intentado ayudarlo, o algo, no lo sé...- murmuré casi para mí misma. En ese momento escuché el sonido de un vidrio, o más bien varios vidrios, rompiéndose. Todos los que estábamos cerca pudimos oírlo; eso, seguido de fuertes risas.
Caminé rápidamente hacia ellos al reconocer la risa de Harry entre todas las otras, y allí estaba él, en el suelo lleno de vidrios, completamente borracho, junto con Niall, Louis, Zayn y un pequeño grupo de más de sus amigos en el mismo estado. Al parecer intentaron quitar un mantel de una mesa llena de copas sin tirar ni una. El truco no salió para nada bien, todas las copas estaban rotas y en el suelo, y Harry había resbalado aterrizando su mano izquierda justo sobre los vidrios rotos. No era un gran corte, ya que él no lo había notado hasta que Liam, que era el único de ellos que seguía dentro de todo sobrio, lo levantó del suelo de un solo tirón.
-Ya bebiste demasiado, Harry.- le murmuró mientras él reía.
-No me duele, no pasará nada.- respondió sacudiendo la mano salvajemente.
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Never Let You Go
FanfictionTal vez fue el destino, tal vez fue una mera casualidad, pero algo los unió. ¿Realmente ese algo iba a separarlos una vez más? ¡SEGUNDA PARTE YA DISPONIBLE EN MIS HISTORIAS! Mil gracias a las lectoras <3