Narra Jessica.
-Feliz cumpleaños, princesa. Ya despierta...- oí la voz de Harry en mi oído, por lo que antes de siquiera abrir los ojos ya estaba sonriendo. Me senté en la cama rápidamente y pude notar que estaba completamente sola en mi habitación. Mi sonrisa se borró al instante.
A pesar de que las cosas estaban "bien" entre nosotros, lo extrañaba muchísimo. Lo sentía tan lejos... Nuestra relación de amistad había cambiado en esos últimos días, y ya nunca podría ser como antes. Eso me preocupaba un poco, no quería perderlo, no podía perderlo.
Me dí una ducha rápida y me vestí para estar lista temprano. Chris iría a buscarme, pasaría todo el día con él y volveríamos a casa por la noche para cenar con Beck y Emma, con quienes se llevaba muy bien.
Chris ya tenía un planificado horario para ese día, comenzando con un exquisito y elegante desayuno en una confitería en el barrio italiano. Luego, un espectacular paseo en balsa a través del Thames. Al principio no me entusiasmaba esa idea, pero fue genial. El clima estaba hermoso: frío como cualquier día en un típico invierno londinense, pero muy soleado; además, estar con él era genial. Era un chico muy inteligente e intelectual, y a la vez muy simpático y divertido. Pasado el mediodía, fuimos al centro para almorzar. Estar allí con Chris... estaba bien. Sólo eso. En esos últimos días me había encariñado mucho con él, pero nadie le quitaría a Harry el lugar que se había ganado en mi vida y en mi corazón.
El almuerzo estuvo exquisito, pero creo que lo podría haber disfrutado aún más si hubiera dejado de pensar tanto. Luego de terminar hicimos el mismo recorrido hasta el río otra vez, esta vez para caminar unas pocas calles y llegar al parque que se había levantado allí unos meses antes. Definitivamente Chris quería hacerme recordar que Harry me había robado el corazón. La tarde allí pasó muy rápido, cuando uno se divierte así el tiempo vuela. Pasamos por todos los juegos, incluso subimos a los carruseles, y pasamos por todos los puestos ganando premios y distintos regalos que Chris terminó dándome. Esa parte de la tarde fue la mejor de todo ese hermoso día, hasta ahí. Ya al atardecer, mientras el sol se escondía lentamente y el cielo se tornaba de un azul iluminado, pasamos por el último puesto de nuestro recorrido de cumpleaños: el London Eye.
-Este día no podría haber terminado mejor.- dije sonriente mientras nos elevábamos lentamente en nuestra amplia cúpula.
-Aún no termina.- respondió sonriendo también, apoyándose contra el vidrio para ver el paisaje de la ciudad mientras oscurecía. -Ha sido un día divertido...
-Por supuesto, fue uno de mis mejores cumpleaños.- reí. -Muchas gracias, Chris... En serio, eres un gran amigo.
-Es lo menos que puedo hacer, nos volvimos muy cercanos durante estos últimos días. Y, créeme que sigo sintiendo mucho lo que pasó el día de la fiesta. Es que...
-No te disculpes, ya no pasa nada.- sonreí tomando una de sus manos.
-Es que eres tan... diferente... Eres especial. Me gustas, sabes... Me gustas mucho.- tomó mi otra mano y me acercó más a él, para sorprenderme totalmente con un beso. No puedo decir que no me gustó, sabía besar muy bien realmente, pero... ¿por qué? ¿¡Por qué!? No lo quería de ese modo, y él lo sabía.
Luego de los interminables segundos que duró ese beso, nos separó y sin decir nada más continuó observando hacia afuera. Así fue el resto de la vuelta, incluso el viaje a casa. Era una situación totalmente incómoda, por supuesto. Al llegar al edificio, subimos hasta mi piso, en silencio, claro.
-Lo siento... no debí hacer eso, Jess.- dijo bajando la mirada. Por fin uno de los dos se atrevía a romper el hielo. -Últimamente actúo estúpidamente, hago las cosas por impulso y... lo siento.- murmuró. Eso me recordaba a alguien más.
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Never Let You Go
FanfictionTal vez fue el destino, tal vez fue una mera casualidad, pero algo los unió. ¿Realmente ese algo iba a separarlos una vez más? ¡SEGUNDA PARTE YA DISPONIBLE EN MIS HISTORIAS! Mil gracias a las lectoras <3