Never Let You Go

Capítulo 25 - Segunda Parte.

Narra Jessica.

-¡Jess, espera!- gritó corriendo hacia mí. -Espera... Escúchame, sólo un minuto.- intentó tomar mi mano, pero la alejé de su alcance en un movimiento rápido. La última vez que había tomado mi mano todo acabó mal.

Nuevamente sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas. Perdería lo poco que quedaba de mi dignidad esa noche, estaba segura de eso.

-¿Qué quieres decirme ahora?

-Sólo quiero hablar...

-¿De qué más podríamos hablar? - pregunté en un susurro, exahusta. Me volteé y observé sus ojos fijamente. Parecía dudoso, inseguro.

-De lo que está pasando entre nosotros.- respondió, muy seguro para mi sorpresa.

-Y... según tú, ¿qué está pasando entre nosotros?-. Me observó perplejo. -¿Qué pasa, eh? Tú dime, porque yo no puedo entender nada... Un día me quieres, al otro me ignoras. ¿Qué te pasa conmigo? Y no me digas que no quieres lastimarme o que no sabes lo que te pasa, no me digas que estás confundido, que no puedes ver nada claro... Ya no quiero seguir escuchando tus profundas y filosóficas frases, sólo dime qué demonios te pasa conmigo de una vez, ¿quieres?

-Yo... Agh, vas a molestarte, pero... no quiero lastimarte. Lo digo en serio pero...

Reí sin gracia.

-Llegaste a mi habitación, me trataste como a una puta y luego te fuiste diciendo "esto no debió pasar". ¡Demonios, Harry! ¿¡Cómo pretendes no lastimarme actuando así!?- exclamé tratando de controlarme para no llorar.

-Jess... Lo siento, no sabes cuán...

-Con sentirlo no solucionas nada, Harry. ¡Me siento como basura!

-¿Y crees que yo me siento orgulloso de lo que pasó? También me siento una basura, Jessica. Y para mí es peor, yo no puedo esconderme en mi habitación todo el día con la excusa de que no me siento bien. Debo salir a la calle y sonreír igual que siempre.

-¿¡Sonreír!? Durate la última semana has traído una cara que demuestra que eres de todo, menos feliz, Harry. ¡Ni siquiera te molesta! ¡No te importa cuán incómodo es para todos!- exclamé.

-Pues eso es porque en serio me siento terrible...

-Oh, te sientes terrible.- susurré. -Tú... tú en serio sufres, Harry... ¡Pobre de ti, famoso y millonario Harry Styles! ¡Das lástima!

Él blanqueó los ojos.

-¿No puedes dejar de ser sarcástica sólo por un momento y...

-No estoy siendo sarcástica, Harry.- respondí seria. -Para nada. En serio me das lástima. Eres tan desconfiado... te cubres con tu vanidad y tu gigantesco ego, y crees que nadie notará todas tus inseguridades. Pero no es así... Al menos conmigo, eso no funciona.- suspiré. -Lo tienes todo, sólo quieres diversión, sexo y nada de compromisos... Finges ser todo un galán, pero sólo buscas protegerte. Has sufrido, y te asusta que alguien más te lastime. No puedes ver que hay personas que no serían capaces de hacerte daño, porque en serio les importas, y te aman.- dije buscando su mirada, que estaba fija en un punto infinito a lo largo de la calle.

Lo único que escuché durante los siguientes minutos fue el sonido de la lluvia, azotando fuertemente las baldosas y el concreto de la calle.

Él no respondía. Me volteé y comencé a caminar. Ya no sabía si el agua que mojaba mi rostro era la lluvia o las lágrimas que había comenzado a derramar hacía varios minutos.

-Jessica...- oí su voz, susurrante y suplicante. Me paré, aunque sin voltear. Escuché sus pasos lentos sobre el suelo mojado, se acercaba a mí otra vez. -¿Qué quieres que te diga, eh? ¿Quieres que te cuente lo que me pasa? ¿Que te cuente todo lo que he vivido...