La débil luz del sol de invierno entraba tímidamente en la habitación, y por quinta vez consecutiva, me sorprendía junto a Harry... en su cama, más precisamente. Esa noche, al igual que las anteriores, se había hecho demasiado corta para disfrutarla con él, aunque cada segundo había sido más que perfecto.
Él seguía durmiendo a pesar de las primeras luces del día, que siempre son las peores.
Su celular comenzó a vibrar en la mesilla junto a la cama, y luego de unos segundos se detuvo. Se repitió lo mismo durante varios minutos, y al ver que el dueño de ese aparato no planeaba despertar aún, tuve que cruzarme sobre él para alcanzarlo, y ver que tenía cinco nuevos mensajes de texto. Aunque al principio lo pensé, no abrí ninguno de ellos. Ni siquiera llevabamos una semana oficialmente juntos, debía darle su propio espacio. Violar su privacidad o desconfiar de él sería sumamente inmaduro de mi parte; además, no tenía ni una sola razón para hacerlo. Solo miré la hora y devolví el iPhone a la mesa. Eran las 7:58am, en pocos minutos debíamos levantarnos para comenzar con nuestro día laboral, pero verlo dormido me causaba mucha ternura, y eso me impedía despertarlo. Unos minutos más en la cama no nos harían daño.
Seguramente todos piensan que Harry Styles, que siempre se las ingenia para lucir increíblemente sexy, se vería de la misma manera al dormir. Pues, déjenme decirles que se equivocan. Dormido, Harry parecía más un pequeño monstruo que una persona. El dormir y respirar siempre con la boca ligeramente abierta hacía que su nariz emitiera una especie de ronquido, y sus ojos estaban completamente cubiertos por su desordenado y enmarañado cabello. No era el mismo chico que era durante el día, pero seguía siendo perfecto. Corrí algunos mechones de cabello de su rostro para poder observarlo mejor: ese era mi novio. Deben admitirlo; suena genial. Harry, mi novio... Mío al fin. No podía pedir nada más: desde hacía tantos meses soñaba con poder despertar junto a él, y ahora estaba allí, despertando junto a él.
Deslicé mis dedos por su cabello suavemente, acariciando su mejilla con el pulgar. Me costaba creer lo bien que todo había salido, sinceramente no lo esperaba. Hacía unos meses atrás era una universitaria relativamente normal, sobreprotegida por su hermano, que llevaba una vida de bajo perfil. Cuando oía hablar de ese famoso chico, que ahora estaba junto a mí, solo pensaba que era otra celebridad vanidosa y egoísta. Nunca pensé que podría enamorarme tanto; nunca me imaginé que, tal vez, ese chico era el indicado, que él era para mi...
Abrió los ojos lentamente, pestañeando un par de veces para acostumbrar la vista al ambiente claro.
-Lo siento, no quise despertarte...- sonreí sin dejar de acariciar su cabello.
-Ya lo hiciste, ahora ven aquí.- dijo tomándome por la cintura y atrayéndome a él para robarme un beso... y otro, y otro más. Reí al separarnos, y abracé su torso desnudo. -¿Cómo dormiste?- preguntó acurrucándome en su pecho.
-Poco, pero de maravilla.- murmuré cerrando los ojos. -¿Y tú?
-Con la más hermosa mujer del mundo...- susurró acariciando mi cabello. Reí ante su comentario.
-Eres un adulador profesional,- murmuré cerrando los ojos. Él fue quien rió esta vez. -pero creo que no podrías ser más tierno.- besé su mejilla. -Será mejor que nos levantemos ahora...
-No, aún es muy temprano...- se quejó como un niño pequeño cubriéndose con las sábanas.
-Cariño, no estamos de vacaciones... Debes levantarte, tienen una entrevista en dos horas.- dije moviendo su brazo.
-Está bien... me levantaré, pero estoy cansado... de todo.- se levantó de la cama, estando desnudo... por supuesto.
-¿Querrías... vestirte, amor?
-No... Estoy muy cómodo así.- dijo volteándose.
-Harry...- reí comenzando a ruborizarme.
Él obviamente lo notó, cualquiera podría notar eso en mi en realidad.
-Bien...- sonrió caminando hacia el baño de la habitación. -Aunque no recuerdo que te hayas sentido avergonzada anoche, cuando los dos estábamos...
-¡Harry!- grité interrumpiéndolo. Él rió y entró al baño en silencio.
Recogí toda mi ropa y me vestí. Aún debía ducharme y arreglarme para estar lista antes de las 9am, así que decidí volver a mi habitación de una vez.
-Iré a ducharme a mi cuarto.- dije entrando al baño, después de comprobar por el sonido del agua cayendo que Harry se encontraba en la bañera.
-¿No quieres entrar conmigo?- sonrió de lado abriendo un poco la cortina. Si no hubiera sido por su cabello mojado, despeinado y pegado a su rostro, su técnica de seducción habría funcionado conmigo.
-Creo que paso.- reí. -Te ves tan adorable... me sentiré culpable si te hago algo inapropiado estando así.
- ¡No soy adorable, soy ardiente!- exclamó.
- Sí, en algunas ocasiones lo eres...- murmuré acercándome a él para besar sus adictivos labios. - Te veo en un rato.
- No hagas planes... esta noche te quedas conmigo, ¿okay?- me guiñó. Yo solo reí saliendo del baño.
Un rato después ya me había bañado, y estaba escogiendo algo para usar. Una fina nevizna caía sobre la ciudad de París, por lo que la temperatura era muy baja. Luego de revolver mis maletas, encontré ropa que se ajustaba al día frío y movido que tendríamos.
La mañana transcurrió normal, dentro de todo. Entrevistas, autógrafos, fotos, gritos; todo lo que había pasado durante los últimos días en Francia. Cerca del mediodía, nos dirigíamos a la tercer entrevista para un programa de música. Al llegar al estudio nos recibió la gran multitud de fans esperando para entrar al lugar. Entramos por la entrada del personal, a un costado del edificio, y comenzamos a organizar las cosas que cada uno necesitaba. Luego de asegurarme de que se veían perfectamente bien, mi trabajo estaba terminado, por lo que decidí ir a sentarme a la parte asignada para nosotros, a un lado del escenario. Para ganar algo de tiempo tomé mi celular y llamé a Beck para ponerlo al tanto de las novedades del día. Tenía varias llamadas perdidas de un número desconocido, pero no le dí importancia y llamé a mi hermano. Hablamos durante varios minutos. La diferencia de horario lo perjudicó a él esa vez, y mi llamada lo despertó, pero en ningún momento se quejó o algo parecido... Él siempre estaba dispuesto a escucharme y hablar conmigo. Luego de unos veinte minutos, ya todos estaban en sus lugares para comenzar a transmitir en vivo, por lo que tuve que cortar.
El show comenzó grandioso. Luego de saludarlos, el presentador comenzó con las preguntas y respuestas, y justo en un momento de absoluto silencio, mi celular comenzó a sonar estruendosamente. Todas las miradas se posaron en mí, pero la penetrante mirada de Paul me indicó que debía salir de allí.
- Jessica...- gruñó molesto mientras yo me acercaba a él para salir a la parte de los camerinos.
- Lo siento, olvidé apagarlo.- murmuré apenada.
- Está bien, pero si quieres hablar ve afuera... En esa parte hay una gran acústica y se escucha todo desde aquí.- señaló el lugar al que me dirigía.
Tomé mi abrigo y salí al estacionamiento trasero para ver quién era el inoportuno que llamaba. Era el mismo número desconocido, y era de Londres, así que decidí llamar yo misma esta vez.
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Never Let You Go
FanficTal vez fue el destino, tal vez fue una mera casualidad, pero algo los unió. ¿Realmente ese algo iba a separarlos una vez más? ¡SEGUNDA PARTE YA DISPONIBLE EN MIS HISTORIAS! Mil gracias a las lectoras <3