Más allá de las cámaras.

Capítulo 22.

Habían pasado dos semanas exactas desde el encuentro con Adam y... Bueno, desde su encuentro pasional en la oficina bajo llave.

Dos semanas en las que apenas pudieron pasar tiempo juntos, pues entre el rodaje, el ser cuidadosos y añadiendo a eso, el tema del divorcio, o estaban agotados o sin tiempo. Eso si, el tiempo que pasaron juntos, lo aprovecharon al máximo.

Parecía que llevaban bien el fingir que no era más que una amistad lo que ambos tenían, al fin y al cabo sólo tenían que comportarse normal, sin dejar ver a las personas de su alrededor, que eran una pareja, aunque en ocasiones, el disimulo, no había sido lo suyo.

Rondaban las ocho de la tarde, estaban finalizando de grabar la última escena del día, casualmente de Colin y Jennifer solos. Desde que sus personajes eran pareja en la serie abundaban las escenas juntos, o las miradas de complicidad que no tenían que actuar, o los besos que estaban deseando darse.

Adam pidió cortar la escena, dando un par de órdenes y cambio de luz y de posiciones. Jen intentaba concentrarse en lo que Adam decía pero sus ojos estaban puestos en la lengua de Colin que recorría su labio superior, la comisura de sus labios y luego el inferior, así en un bucle. Para cualquiera, podría ser un gesto normal pero bien sabía de sobra lo que pretendía. El irlandés había pasado las dos semanas en el rodaje provocándola con pequeños detalles y gestos que aunque nadie aprecie, ella, que ardía en deseo por él, captaba su intención. De hecho, más de una vez tuvo que regañarle Jen al sobre pasar los límites de disimulo con miradas pícaras o guiños de ojo, incluso Adam, y el otro director de la serie, Eddy (ambos estaban seguros de que Adam le había puesto al tanto de todo) tenían que carraspear en alguna ocasión o irrumpir un momento, pues iban de la mano en el rodaje, o estaban abrazados cuando bien sabían que los fans conocían el detalle de que no estaban grabando. De hecho, hace un par de días, les vieron dándose un corto beso y lo justificaron con un "estamos ensayando". Siempre lo justificaban todo con sus personajes pero bien sabían que la gente empezaba a sospechar.

Jennifer no supo que había ocurrido pero todos los presentes en la sala estaban recogiendo todo y despidiéndose.

-Disculpe, señorita Morrison, ¿no ha escuchado al director? –La voz de Colin a sus espaldas, le sobresaltó, haciéndola reír ante aquella forma que se dirigió a ella.

-Oh, mis disculpas, señor O'Donoghue pero estaba con la mirada perdida en los movimientos de lengua de cierto irlandés.

Por la mirada de Colin, Jen supo que aquello no sonó como en su cabeza y dio lugar a trasladar esa frase a los oscuros pensamientos. Ambos acabaron riendo e inclinándose para darse un beso al no percatarse de donde estaban, pues cuando estaban juntos, se olvidaban del resto. Al darse cuenta, disimularon carraspeando y manteniendo la distancia.

-¿Qué planes tienes para hoy?

-Creo que Rose me ha comentado algo de cenar en un bar nuevo o algo así con el resto pero no lo tengo muy claro. ¿Por qué?

-Bueno... –Colin se rascó el pelo detrás de la oreja, hacía eso siempre que estaba nervioso o tímido y a Jen le parecía un gesto sin duda de lo mas encantador. – Llevamos sin vernos casi una semana, quiero decir, a solas, así que había pensado que quizá una película y una cena en tu casa no estaría mal...

-Me encantaría. –La sonrisa de Jen se agrandó al escuchar sus palabras. No es que quisiera, es que realmente necesitaba estar a solas con él, poder besarle tantas veces como quisiera sin tener que estar pendiente de nada ni nadie. Bueno, besarlo, y lo que fuera, pues llevaba siete malditos días sin sentir el calor de su cuerpo junto al suyo.