El Colibri y el Angel

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-Los Hosfer tienen un problema- Seguramente eso es lo que sonaba en el comunicador.
Ella se había vuelto un diminuto colibri del color de su cabello, completamente violeta, a excepción del pecho, donde el plumaje era igual de blanco que su piel. Sus padres habianse preocupado y llamado a alguien que la fuese a buscar, y acudió el, el único ángel al que se le tenía la confianza.
Al llegar a la enorme mansión de los Hosfer le llamo la atención el pequeño y veloz animal, igual que ella, ni un minuto dudo y el ángel salio en su persecución. Ella al oír el batir de las fuertes alas, se dio a la fuga, su risa salia del pico como el canto de un ave, y al ángel le fascino, ese pequeño trinar.
Volaron, durante bastante rato, atravesaron quizás 3 dimensiones, hasta llegar a donde el pajarillo descendió, veiase una enorme playa y una casa, y ahí cerca de la chimenea el pequeño colibrí se adentro. Una vez llegado a bajo, se transfiguro en ella de vuelta, el cabello violeta le arrastro en el suelo y cubrió cada parte de su juvenil rostro. El ángel sin opción por ese sitio tuvo que entrar, le fue costoso, pero lo logro. Lo primero en aparecer fue el liston plateado que sostenía su blaco cabello, ella lo tomo, y después se alejo. Despues se vio la cabeza y el ahora manchado de hollín cabello, después el resto del cuerpo.
La pequeña Hosfer río a carcajadas al verle tan sucio, el ángel se enojo, pero al verla, se calmo, como siempre que veía a esa pequeña. El cabello violaseo bailoteo ,cuando ella pequeños brincos dio.
-Deberías ir a bañarte, en la segunda planta esta el baño, al fondo y de frente, sales y la primera puerta de la izquierda es el cuarto de mi hermano, toma algo de su ropa- Al hablar sonó demasiado mayor, aunque la voz era de una niña que apenas comienza a dejar de serlo.
El ángel se fue y la pequeña se sentó a esperar a su persecusor, no dejaba de pensar en el largo cabello blanco y en su velocidad para alcanzarla. Empezó a dormirtar, cuando le escucho bajar, se veía diferente con esa ropa, que no era de un soldado, pero se veía bien, se sonrieron y de la casa en la playa salieron.
La pequeña de nuevo se volvió en colibrí, con el listón platado en mano, que hizo su ala derecha tener ese detalle. Volvieron a la gran mansión, y el ángel a la joven entrego, sin querer revelar el secreto, porque el deseaba volver a buscarla. La pequeña un beso en la mejilla le dio y así de rápido como el viento, desapareció. El ángel perdió un liston y la pequeña se gano su corazón.

La Chica del Cabello VioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora