La Chica del Cabello Violeta

Un Demonio Con Demasiado Ángel

Narrado en primera persona:

Corrí detrás de Will e Ian, odiaba ser niña, ellos eran demasiado veloces como para alcanzarles corriendo, pronto perdí de vista a ambos, sus cabezas pelirrojas ya no se divisaban por ningún lugar. Frustrada me senté bajo un árbol en una de las enormes raíces de el, me quede observando que clase de árbol era, pero no logre descubrirlo, seguro Will me hubiese podido decir que árbol era aquel.

Recargue mi cabeza contra el tronco y acomode mis pies sobre la raíz que era muchísimo mas grande que yo. Al poco tiempo cerré los ojos y me quede profundamente dormida. No supe cuanto tiempo estuve así, perdí la noción del tiempo así como el sentido de la orientación.

Sentí que alguien me movió el hombro y desperté, poco a poco. Frente a mi se encontraba otro niño, uno que jamas había visto, llevaba el negro cabello largo y sus ojos eran de un color indescriptible, tenia una sonrisa de medio lado, y eso hacia que sus rosas labios resaltaran mas. Era un niño muy atractivo, incluso mas que Will. Lo mire largo rato llena de curiosidad, era todo un ángel, no había duda, pero no veía ningún rastro de sus alas y me pareció extraño, pues todos los niños ángeles que había conocido presumían mucho sus alas.

-¿Eres un ángel?- Exprese mi curiosidad

-¿Eres tu una transfiguradora?- Pregunto el con una hermosa sonrisa

-Los transfiguradores son demonios, yo no soy un demonio- Le dije al niño

-Los ángeles son buenos, yo no lo soy- Rió

-Eres astuto, me agradas- Apunte

-Tu me agradas bastante, ademas eres una niña curiosa y muy linda- Una extraña sonrisa

Me sentí halagada y sentí el sonrojo y mis ojos cambiar al mismo tiempo, cosa extraña ya que solo el lindo de Will conseguía que eso pasara

-Eres una niña bastante curiosa- Rió

-Y tu eres bastante fastidioso- Le mostré la lengua

-Soy Jason- Dijo mientras me extendía su mano

-Dahely- Acepte el amigable apretón

-¿De donde eres?- Pregunto curioso de nuevo

-De aquí, aunque en realidad estoy un poco perdida y hace tiempo que no veo a mis amigos- Respondí yo

-¿Son dos pelirrojos? Uno lanza luz de sus manos y el otro es idéntico al primero- Hablo Jason

-Si son ellos- Casi brinque de la felicidad

-Están mas adelante en un claro de girasoles, si quieres te puedo llevar hasta ahí- Ofreció amable

-Seria fenomenal, necesito darles una palisa por dejarme- Reí

-No creo que haga falta, cuando los vi se estaban golpeando porque habían dejado atrás a alguien y no la encontraban- Se enocogio de hombros

-Fenomenal, yo les romperé una pierna- Apunte ingeniosa

La respuesta del niño fue una risa y después comenzamos a caminar, en silencio, tuvo la consideración de no correr como un loco al igual que los pelirrojos que se hacían llamar mis amigos. Cuando llegamos al claro lo primero que vi fue a un Ian gritar, después vi a Will lanzando bolas de luz solar acompañadas de la palabra "tonto"

-CHICOS- Grite lo mas fuerte que pude

En ese momento ambos giraron su mirada en mi dirección, aunque lo primero que vieron fue a Jason, el les sonrió y ellos se acercaron a nosotros. Después de darles su merecida golpisa Jason nos llevo a un rio cerca del lugar de los girasoles, los tres niños se habían llevado muy bien y habíamos descubierto que Jason era alguna clase de demonio, pero que el no era malo en realidad. En el río había moras comestibles y agua,a si que los cuatro jugamos un rato mas. Cerca del anochecer Jason nos dijo que tenia que volver a casa, pero que mañana volvería al prado de los girasoles y que le encantaría vernos a los tres. Nos despedimos de el y se alejo corriendo en dirección contraria a donde nosotros nos dirijiamos.

Después de esa tarde, lo veiamos demasiado seguido en el prado de los girasoles...