Narrado en primera persona:
No era cualquier ser, era un guardián y en opinión mía, EL guardián, porque el simplemente lo era todo. El guardián del tiempo y el espacio, materializado frente de mi, con una sonrisa arrogante y una mirada divertida. Su cabello, simplemente se compara con el universo, el color y los brillos, su cabello el mapa universal más exacto que mis ojos habían sido capaces de admirar. Y como dejar fuera los ojos tornasol, siempre cambiando, siempre brillando, siempre vibrando. Pero su piel, tan blanca, que me sería imposible comprarla con cualquier cosa existente, en ella cientos de lunares destellantes que la hacían más llamativa a mis ojos.
Su sonrisa se extendió al ver que no podía apartar la vista de el, pero no podía imaginar dejar de ver a un hombre tan apuesto como el -después claramente de mi brillante Will.-Jovencita Hosfer, esperaba su visita- una voz profunda y seductora
-¿Cómo sabes mi nombre?- pregunté tranquila
-Es porque lo se todo- arrogancia en esa increíble voz
-Interesante, teniendo en cuenta que yo apenas se nada de ti- digo yo, desconcertada
-Pues yo querida mía, soy el tiempo, el guardián de esa linda espada que encontraste y quien esta en todas partes- presunción, podía ser demasiado expresivo con su tono
-El tiempo, un concepto interesante. Teniendo en cuenta como se mueve entre este y otros mundos- pongo mi dedo en la barbilla como si reflexionará sobre eso
-Y por eso lo se todo- una ligera inclinación de cabeza y un guiño
-No lo dudo- enfundo la espada del tiempo
-Llame Thampen, el guardián- una sonrisa, más hermosa que nada se plasma en su rostro simétrico.Sus ojos y los míos se encontraron de nuevo y sentí como el cambio de color se hizo presente en mis iris, sentía como iban pasando del morado oscuro al amarillo vibrante delatando sin duda alguna mi curiosidad sobre el personaje que tenía el placer de conocer. No aparte la vista aun cuando comenzó a acercarse a mi de manera autoritaria y que aun así no abandonaba el andar tranquilo y ligeramente seductor. Se detuvo a unos centímetros de donde yo me encontraba dejándome así apreciar su evidente altura, levante la vista y no pude evitar tragar duro al notar que era ligeramente más alto de los 2 metros y seguía teniendo un porte elegante y felino, escurridizo como lo que el guardaba.
-Es curioso como sus ojos cambian pequeña Hosfer, pasan tan rápido de una tonalidad a otra que solo hasta ahora puedo apreciar realmente la magnificencia de sus ojos- mientras hablaba su cabeza se había inclinado para poder mirarme detenidamente
-No son una novedad, han intentado sacármelos, pero sin éxito alguno- le sonrió ligeramente amenazadora
-Le creo, eres una mujer con grandes habilidades- un tono lujurioso se colo en su voz y no pude evitar los deseos de seguir el juego que el había desatado
-Bueno, es por algo que hasta en el mismo infierno esperan por mi presencia- el comentario sale lleno de pasión feroz
-Tengo entendido que se considera todo un honor acabar en tus brazos y si me permites decirlo, con respeto al Cheirson que es tu marido, podríamos tener unos maravillosos hijos- ahora tenia una expresión lasciva que me llevo de inmediato a saber donde terminaría el encuentro
Sin esperar mi respuesta Thampen estampo ferozmente sus labios sobre los míos y comenzó a besarme sin piedad alguna; no pude resistir demasiado y me deje llevar por el fuerte tacto de sus labios templados...
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La Chica del Cabello Violeta
Science FictionQuizás un diario, quizás no, los relatos no tienen orden alguno, son solo eso relatos, y aunque todos son de la misma persona, no tienen un orden y no intenten encontrarlos. A quien lo lea, en realidad no busques que sea algo en orden.