Narrado en primera persona:
Caminaba con Will, el tomaba mi mano derecha y a mi izquierda mis pequeños sobrinos se hallaban con sus manos unidas, la pequeña Ezra sujeta mi vestido. Una pequeña hada paso volando veloz y con sus alas alcanzo a rozar mi mejilla, la seguí con la mirada y ella estaba persiguiendo a unas mariposas, cuando las pequeñas voladoras se detuvieron y la niña hada descendió de su vuelo y se puso a brincar deseando atrapar una. Sople en dirección de la pequeña y cuando el viento cálido y algo colorido llego a las mariposas exploto en forma de petalos de flor, la chiquilla rio y mis sobrinos quedaron maravillados, sentí un tiron mas fuerte en la tela del vestido y las caritas de los trillizos se hayaban iluminadas con sonrisas pidiendo que les dejara participar del juego de la hada. Les sonrei y hecharona correr, menos la pequeña Ershi.
-Amalec, Alexander, esperen por mi- Grito la pequeña
-Solo no se alejen- Dije a los pequeños que ya se hayaban nuevamente tomados de las manos y corriendo en dirección de la hada, se detuvieron y voltearon a verme como si acabase de decir la peor blasfemia, y despues miraron en dirección a Will, supe de inmediato que estaban suplicandole mentalmente que el me hiciera no estar histerica y permitirles correr libremente. Will les sonrio y solo apreto mi mano mas fuerte.
La plaza del pueblo se hallaba llena, de juegos y pequeños puestos para comer y beber, la gente iba y venia ataviada con sus ropas de fiesta y de invierno, era el carnaval anual del lugar y hacia demasiado que no venía. La gente paseaba con mascaras y antifaces, se podria comparar en majestuosidad al carnaval veneciano que todos estos seres desconocian, pero que mi doble vida entre humanos me permitía conocer. Me maraville con las halas de un hada que parecían hechas de estrellas y después con las de una angel que eran tan rosas como el algodón de azúcar.
A lo lejos pude ver los llamativos cabellos de mis sobrinos, Ezra, Amalec y Alexander. Todos tan parecidos a Mizza y Jorel y a la vez, tan similares a Naty y a mi, sentí la corriente de amor familiar y por un momento extrañé a mi hermano y a mi cuñada. Mire el cielo y podia ver a la perfección la luna brillar y a su alrededor centenares, millares, infinidades de lejanas estrellas.
Los trillizos volvieron corriendo y me abrazaron fuertemente, no entendí el porque hasta que vi correr en nuestra direccion dos grandes quimeras, no veian a nadie mas, solo a nosotros, senti el odio recorrer mi cuerpo, puse a los pequeños detras de mi, incluso a Will quien seguia sujetando mi mano, ambos recordamos lo mismo, asi que me decidí, no tocaria a mi familia esta vez. En mi cabeza escuchaba las voces de mis pequeños sobrinos, gritando de terror, aunque sabia perfectamente que ellos estaban en calma aparente tras de mi.
-Señorita Hosfer- Saludo una de las quimeras al llegar frente a mi
-Tollet, crei haberte matado- Sisee enojada
-Pues, olvidaste quemar mi cuerpo, así que no fue efectivo- Río burlonamente
-¿Mejor dime a que has venido, asquerosa bestia?- Escupi las palabras
-Pues solo a conocer a los pequeños de tu hermano. Son hermosos y se ven bastante apetitosos- Rio la otra quimera a quien desconocía
Un llanto en mi cabeza, luego dos y despues los tres. Esta bestia no iba a volver a atemorizar a mis sobrinos.
-Pues, estas en una de nuestras ciudades, y solo por eso y la amenaza que acabás de lanzar contra mis sobrinos, puedo matarte- Ahora yo era la burlona
-No te atreverias a hacerlo en el medio del carnaval- Se burlaron
-Claro que no, pero si fuera de el- Sonreí de lado con un plan en mente
Las quimeras tardaron demasiado en adivinar mi siguiente movimiento, me eleve y las tomé de la cornamenta que lucían, flote fuera de la plaza del pueblo y mas haya de los limites del mismo, no solte a las quimeras hasta estar lejos de la gente y en ése momento las dejé caer, escuché el grito de la primera al romperse una pata, y la segunda al ver volar sus piernas por el aire, aterrice a unos metros de ambos y los mire
-Esta vez no olvidaré prenderle fuego a tu asqueroso cuerpo- Dije
No sentian miedo y no me importaba cualquier cosa que esas bestias sintieran, amenzaron a mi familia y ya una vez Tollet me había dejado sin mi Will, esta vez me encargaría de acabar con el. Saque mi luna creciente y los ojos de ambos se hicieron enormes, a sus ojos no llevaba ningún arma, pero había encontrado un truco para esconderlas a la perfección, primero acabe con el compañero de Tollet, lo desmembre y le prendí fuego, dándole tiempo al otro para acomodar su pierna. Enfureci al verle la cara de asesinó, el me habia robado a Will una vez y ahora se habia atrevido a amenazar la vida de mis sobrinos. Si el tenía cara de asesino, yo tenia una peor porque por un momento vi que dudaba de su fuerza
-Me volví más fuerte de lo que era- Reí en su cara
-Es sorprendente ver a una niña Hosfer ser tan poderosa, no creí jamas que tus padres engendraran algo con tanto poder, quizas por eso el tenga tanto interes por ti- Se encogio de hombros pero se preparo para un ataque
-¿De qué el me estas hablando? ¿De Will?- Pregunté enojada
-No, el pequeño Cheirson es más puro que nada, hablo de alguien mas- Se burló
-Pues ese alguien mas, entenderá que no debia meterse jamas con mi familia-
Despues de eso perdí la noción, no supe como paso pero en poco tiempo el cuerpo de la quimera estaba prendido en llamas, sonreí de lado y limpié la Luna Creciente de la sangre, la volví a guardar y vole de vuelta al pueblo. El Carnaval seguia y pude ver el cabello de mi hermoso pelirojo, baje y le abrace por la espalda, mis sobrinos se encontraban con el, comian manzanas dulces y parecia que se les habia olvidado por completo el tema de las dos bestias, el carnaval siguio como si nada hubiese pasado hace unos minutos y pronto el cielo estrellado se encontro lleno de lo que aquí era el equivalente a los fuegos artificiales en el mundo humano. Sin humo que te hiciera toser y sin contaminación que le siguiera a los hermosos destellos de luz que formaban figuras, desde el mismo sol hasta una enorme flor. Disfrute del resto de la noche y Will evito preguntar por lo que habia pasado con las quimeras...
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La Chica del Cabello Violeta
Science FictionQuizás un diario, quizás no, los relatos no tienen orden alguno, son solo eso relatos, y aunque todos son de la misma persona, no tienen un orden y no intenten encontrarlos. A quien lo lea, en realidad no busques que sea algo en orden.