Narrado en primera persona:
Entramos en silencio a la cabaña a pesar de que el lugar se encontraba solo, Velth fue directo a la cocina en busca de algo de comer, lo mire de espaldas, el cabello ya volvía a estar largo como cuando lo conocí de nuevo. Deje las lunas en el suelo de la entrada y me quito las pesadas botas y el pantalón lleno de sangre haciendo un bulto a un costado de la puerta.
Pasé por el frente de la cocina y tuve otra vez una vista de Velth sacando cosas del refrigerador y la despensa; seguí mi camino y al llegar al baño entre y cerré la puerta para poder lavarme el cabello y el cuerpo, me quite el resto de la ropa y me metí en la regadera ya caliente, deje el agua correr haciendo que mi cabello se pegara a mi piel mientras de el recurrían pequeños rastros de sangre seca; me lave el cuerpo 3 veces, hasta quitar la sensación de suciedad y sudor. Velth golpeó la puerta y escuche su voz amortiguada
-Pequeña violeta, apurate la cena esta lista y también quiero tomar un baño- -Ya salgo, primero te bañas y después cenamos- le respondo desde dentro del recinto.
Unos segundo después cierro las llaves y tomó una toalla limpia, me seco el cuerpo y con el calor que sale de mis manos dejo mi cabello igual de seco; tomo el resto de mi ropa y salgo, Velth se encuentra contra la pared de frente al baño, su cara esta llena de lodo seco y su blanco cabello tiene manchas rojas por todas partes, se ven un par de golpes en sus hombros y un moretón justo bajo el ojo.
-Después de cenar nos hacemos cargo de ésto- colocó mi mano en el moretón
-Tranquila Dale, estoy bien- me sonríe -Deja que te ayude con eso, tu hiciste la cena- pido
-Bueno, si lo dices así no puedo negarme- hace una cara graciosa
-De acuerdo- asientó con una sonrisa
Sigo mi camino rumbo a la habitación y el entra en el baño, me visto rápido y cuando salgo el también a salido y se encuentra vistiendose en la habitación de Enoch. Camino a la cocina y sirvo la cena que a preparado Velth, abro una botella de vino lo espero tranquilamente, aparece con una playera de color plateado y unos pantalones de algo que parece lana. Toma asiento y le da un trago a su copa, la cena es silenciosa y las palabras están de más cuando has estado presente en una masacre innecesaria, deboramos todo y al terminar mi amigo se pone a levantar la mesa y lavar platos en lo que yo busco el botiquín para encargarme de sus heridas.
Cuando regreso con todo, el ya esta en el sofá, esperándome, me siento y hago que coloque su cabeza en mis piernas para así poder comenzar con las curaciones pertinentes para sus cortes pequeños y moretones. Un poco de luz de estrella mezclada hecha ungüento y bandas, me demoró un poco en el corte del labio, delicadamente le pongo el ungüento y aunque no es necesario, paso el pulgar por el, haciendo que Velth cierre los ojos y suspire, terminó con las curaciones y acarició su cabello que se siente suave y limpio, el sigue con los ojos cerrados, su respiración se va relajando de poco a poco y se que se está por quedar dormido, me acomodo ahí, sin moverle, no quiero despertalo y romper la calma y ternura que su rostro de ojos cerrados tiene. Siento un calor tranquilo en el corazón, estamos vivos y a salvo.
Me quedé mirando su rostro, se veía suave, sus labios estaban ligeramente abiertos y de color rosado, un impulso extraño me llevo a bajar la cabeza y con mi propia boca acariciar apenas la suya, el se revolvió en sueños, pero no se despertó y al ver eso lo bese, más fuertemente, el respondió el beso pero sin abrir sus ojos, sus labios sabían a luz mezclada y a cena rápida, a noche también.
-Buenas noches, amado Velth- susurre en sus labios
El no respondió, no sonrió, no se movió. Pero se lo había dicho, en un beso robado de buenas noches.
Era Velth, mi siempre amado Velth...
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La Chica del Cabello Violeta
Science FictionQuizás un diario, quizás no, los relatos no tienen orden alguno, son solo eso relatos, y aunque todos son de la misma persona, no tienen un orden y no intenten encontrarlos. A quien lo lea, en realidad no busques que sea algo en orden.