Narrado en primera persona:
Camine a la cocina de la cabaña, quería sorprender a mis dos pequeños Lena y Enoch con algo rico al despertar. Comienzo a buscar en los estantes de la cocina en busca de algo que me ayude a cocinar, encuentro fresas, harina, azúcar, mantequilla, huevos. Decido hacer galletas de fresa, me dispongo a poner todos los ingredientes en un tazón, pongo las galletas en una bandeja y para ahorrarme el prender el horno del lugar voy hasta la habitacion donde mi William aun se encuentra durmiendo, lo veo un poco desde la puerta, se ve muy guapo, como siempre con su cabello alborotado y rojizo, sus mejillas sonrojadas y los ojos cerrados.
Me acerco lentamente y le doy un suave beso en los labios, el abre los ojos lentamente y me mira, una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro, me mira fijamente y abre los labios para hablar, aunque a causa del sueño su voz tarda en abandonar sus labios
-Galletas de fresa- Susurra deleitado
-En realidad masa para las galletas, ven a ayudarme a cocinarlas, son para los niños- Pido
-Últimamente todo es para ellos, comienzan a robarte de mi lado, mi estrella- Una media sonrisa se dibuja en su rostro
-Sabes que es una mentira, ayer los mandamos a dormir temprano- Acaricio su cabello lentamente
-Bueno, tienes razón- Habla y pasa su mano por mi cintura
Se que ya no lo esta pensando, lo convencido, se levanta y camina al armario, toma un pantalón suelto y se lo pone, para después mirarme, llevo puesta su playera de ayer pues me dio flojera buscar algo mas, en su cara aparece una pequeña y hermosa sonrisa.
Caminamos a la cocina y Will extiende sus manos, las cuales comienzan a despedir un pequeño humillo de calor, coloco una de las bandejas con galletas y de inmediato se comienzan a cocer, a los pocos minutos están listas las primeras. Así seguimos con el proceso una 4 veces mas. mientras Will hornea las galletas con su pequeño calor solar yo me pongo a terminar el desayuno, la cabaña ya tiene olor de galletas de fresa y pronto escuchamos a nuestros pequeños hacer ruido en la habitacion del fondo.
William me mira, sonríe y me da un corto beso, antes de decir
-Nosotros amamos las galletas de fresa-

ESTÁS LEYENDO
La Chica del Cabello Violeta
Science FictionQuizás un diario, quizás no, los relatos no tienen orden alguno, son solo eso relatos, y aunque todos son de la misma persona, no tienen un orden y no intenten encontrarlos. A quien lo lea, en realidad no busques que sea algo en orden.