Juegos del escondite

14 2 0
                                    

Este no era un clásico juego del escondite, esa pequeña de cabellos violetas, ya no era tan pequeña, y ya no se escondia para jugar, se escondia para no ser encontrada mas, el frio le calaba hasta el alma, aunque se ecnontraba acurrucada frente a un fuego con mantas alrededor del cuerpo. Su lagrimas no habían parado desde dos días después de navidad, el chico de cabellos rojos, se acerco y la abrazo, pero ella estaba perdida en su cabeza, solo sintió el calor que le embriagagba hasta el corazón, se recostó en brazos de su amado y cerro los ojos, dando un vistaso a sus señuelos que había dejado, al aprecer ya habían encontrado mas de 3 y ella solo quería que dejaran de buscarla, no quería saber nada de algunos que hacianse llamar de su familia.

-¿Porque no paran de buscar?- Pregunto a sus amado

-Porque para ellos estas jugando, es como un juego del escondite, creen que te encontraran riendo- Le respondio el, mientras acariciaba su sedoso cabello

-Ya no quiero mas busquedas, perdi a mi primo, y nada sera lo mismo, quiero que Jorel se detenga- Sollozo ella en su hombro

-Pequeña estrella, ellos son tu familia- Le regaño el

-Ellos no siempre saben ser familia, no lo fueron con Jared, ¿quien asegura que lo seran conmigo?- Susurro ella decepcionada

-Oh! Amor mio, se lo dolorose que debe ser para ti, este juego del escondite- Le dijo el pelirrojo y beso su cabeza

-Deberian parar de buscar, esto no es un juego del escondite- Se solto a llorar ella

El pelirrojo se siento desfallecer y en ese momento un ruido se escucho fuera, los llantos de la pequeña Dahely sesaron. Se levantaron y ella corrio a la cocina y desbloqueo el pasaje que la conectaria a la siguiente casa y que Will tendria que cerrar antes de bajar, sin esperar mucho comenzo a correr. Escucho el pazadiso cerrarse, pero los pasos de su amado no la seguian, por un momento quizo detener el paso y girarse a por el, pero decidio no hacerlo, su amado volveria a ella, como siempre lo hacia.

Llego a la siguiente casa y de inmediato prendio el fuego y se volvio a sentar en el sofa, a espera de su ahora ausente amado

La Chica del Cabello VioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora