Cambios y... ¿Distanciamiento?

394 41 3
                                        

Yu-Gi-Oh! No me pertenece, es propiedad de Kazuki Takahashi.

-.- 


La familia Mutuo, incluyendo a los amigos de Yugi, habían arribado su residencia. Se adentraron en ella y Yura, conociéndola, se insertó en su habitación para organizar sus cosas. Después que hubo dejado todo listo, se dirigió a la parte de la casa de donde estaban los demás.

-Hermana, ¿ya terminaste de organizar tus cosas?- preguntó Yugi.

-Sí, ya está todo listo. ¿Dónde están mamá y el abuelo?- indagó al no verles.

-Salieron a comprar los preparativos de la cena, dijeron que hoy cenaríamos algo especial por tu regreso.- respondió Yugi.

-Veo que mamá y el abuelo no han cambiado mucho. Recuerdo su cara de felicidad cuando naciste, pareciera que era su hijo quien había nacido, no su nieto.- recordó con una sonrisa.

-Sí, el abuelo y yo nos queremos mucho. Pero él me contó que contigo fue igual, hermana.- comentó Yugi.

-Sí, conmigo también se alegró mucho cuando nací pero no fue igual que como contigo, siempre atribuí eso a que naciste varón e idéntico a papá. Además, siempre decía que serias idéntico a él en los juegos y por eso pidió que te pusieran por nombre Yugi. Además de que mi nombre, Yura, era parecido.- relató a su hermano.

-Ya veo, así que el Padre de Yugi también es un experto en los juegos, esa habilidad está en la sangre.- comentó Honda.

-Mayura... quiero decir, Yura, ¿a ti también te gustan los juegos?- indagó Anzu.

-Tal vez no tanto como a Yugi, el abuelo y papá pero si hay algunos que me gustan.- respondió.

-¿Y el Duelo de Monstruos te gusta?- preguntó Jounouchi.

-Nunca me he interesado en aprender a jugarlo, pero como ahora soy la hermana mayor del gran Rey de los Juegos supongo que deberé aprender a jugarlo.- respondió Yura.

-Si quieres puedo enseñarte, hermana. Veras que no es tan difícil, sólo debes pensar bien tu jugada antes de hacerla y tener estrategias.- motivó Yugi.

-Pues si no es tan difícil creo que aprenderé a jugarlo rápido. Además, quien me ensenará será el mismísimo Rey de los Juegos.- respondió Yura con una sonrisa entusiasta.

Podía hacerse buena en todo a lo que le ponía empeño. Además, no quería hacerle pasar el ridículo a su hermano siendo él, el mejor de los duelistas y ella su hermana mayor.

-No es para tanto hermana, no soy el único buen duelista que hay, también hay otros como Kaiba y Jounouchi.- aclaró Yugi.

Escuchar ese apellido le hizo recordar su portador, se posó en su rostro un casi invisible sonrojó al recordar su último encuentro con él.

-Pero nunca nos compararíamos contigo amigo, especialmente el idiota de Kaiba, por más que lo ha intentado nunca lo ha conseguido.- comentó Jounouchi con una sonrisa de oreja a oreja.

-No digas eso Jounouchi, a pesar de todo Kaiba es un gran duelista y pelea con honor, por eso se ha ganado mi respeto y el de los demás duelistas.- contestó Yugi.

Yura al escuchar esas palabras de su hermano, sin saber porque, se sintió feliz al ver como él le describía como duelista.

-Además, no olvides que te ha pateado el trasero varias veces.- comentó en tono burlón Honda.

-No tienes que recordármelo tonto, por eso lo detesto tanto. Aguarda un momento... ¡Dices que él me han vencido varias veces cuando sólo han sido dos idiota!- respondió Jounouchi con furia al tiempo que se abalanzaba contra él.

Honda lo esquivó sonriente. Los demás sonrieron, estaban acostumbrados a las riñas de ambos.

Yura dejó de sonreír por un momento para pensar. Esa conversación le había hecho recordar una anterior que había tenido con los chicos en KaibaLand, en donde ellos describían la rivalidad de Seto hacia su hermano Yugi. Aunque ellos se lo atribuían al pasado de él y el ''Otro Yugi'' del cual también le hablaron. Una pregunta fue formulada...

¿Cambiaría Seto su trato hacia ella por el hecho de ser la hermana mayor de Yugi?

Su rostro se tiñó de tristeza al imaginar que la respuesta seria un sí. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta al abrirse.

-Ya estamos de vuelta.- anunció el abuelo con unas bolsas en ambas manos y su nuera por igual.

-Perdón por la tardanza. Pero esta cena debe ser especial y los ingredientes para hacer que lo sea son difíciles de conseguir a estas horas. Pero esperen un poco más y tendrán como recompensa una deliciosa cena.- respondió alegre la Madre de Yura y Yugi.

Todos asintieron sonrientes.

Una hora más tarde, la cena estuvo lista. Todos la degustaron con alegría y sonrisas. Luego de aquel agradable compartir, los amigos de Yugi se despidieron de su familia y se marcharon a sus propios hogares.

Horas después, ambos hermanos estaban en la habitación del menor, comenzando a platicar sobre todo lo sucedido en todo el tiempo que no habían estado juntos. Se desmenuzaron el uno al otro, intercambiando conocimientos acerca de sus aficiones e intereses. La plática llamó al sueño, dejando a ambos hermanos profundamente dormidos y abrazados en la cama del menor. 

-.-

¡Muchasgracias por leer! 

Amor Blanco A Través De Unos Ojos AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora