Cita Imprevista.

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Yu-Gi-Oh! No me pertenece, es propiedad de Kazuki Takahashi.

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Las horas transcurrieron con rapidez y normalidad en la Tienda-Cafetería en donde Yura laboraba. La cantidad de clientes que recurrían al lugar era reducida producto de la cercanía de la hora de cerrar el establecimiento. Esta última, sin más demora, hizo su aparición y con ello el lugar quedó cerrado.

Recorría las calles de retorno a su hogar con una sonrisa en sus labios. La conversación que había tenido con su Madre la había hecho reflexionar y entender que no debía temer al sufrimiento puesto que si ella lo decidía podía evitarlo, por tal razón decidió que haría lo posible para que ese sentimiento que ella sentía fuera correspondido.

Minutos después llegó a su hogar y en el sostuvo una agradable reunión con su familia y los amigos de Yugi. Luego de degustar una deliciosa cena cortesía de su Madre, los amigos de Yugi se fueron y los demás integrantes de la familia se fueron a descansar para tener energías suficientes para el próximo día. Yura durmió plácidamente, pues el día siguiente era su día libre de trabajo y por lo tanto no debía de preocuparse por levantarse temprano en la mañana, aunque siempre lo hacía debido a que ya se había acostumbrado.

Sin preámbulos, la mañana hizo su llegada y saludó a Yura por el ventanal de su habitación. Esta al sentir el saludo se despertó, levantó de su cama y se dirigió al baño para acicalarse y prepararse para un nuevo día.

Luego de haberse aseado, se dirigió a su closet para buscar una ropa con la que se sintiera cómoda. Después de varios minutos de indecisión optó por ponerse un vestido rosa pastel. Se vistió con la prenda ya mencionada y estaba a punto de dirigirse a la habitación de su hermano como de costumbre pero pudo escuchar su voz en la cocina, por ello cambió su destino hacia aquella parte de la casa.

Ya en la cocina saludó a todos con cariño.

-Buenos días a todos.-

-Buenos días hermana.- respondió con mucho cariño Yugi.

-Buenos días, hija.- saludaron al unísono Ashita y Sugoroku.

-Hija, ven acompáñanos a desayunar.- invitó Ashita.

Hizo caso a su Madre, se sentó con ellos a disfrutar del desayuno.

Después de risas y anécdotas relatadas por Yugi, este se despidió de todos y se marchó a la escuela. Yura no le acompañó porque ese día no tenía trabajo, además de que estaba segura de que sus amigos lo esperaban y acompañarían hasta la escuela.

El resto de la mañana transcurrió con normalidad y tranquilidad. Ella decidió quedarse a en la casa, disfrutando parte de su tiempo con su Madre y Abuelo.

...

Para el CEO, esa mañana no era tan tranquila como lo era para Yura. La razón: la noche anterior se había dedicado, como se lo propuso, a leer aquellos libros que hablaban del Amor y que se hallaban en la biblioteca de su hogar por su fama.

Su orgullo no le permitía cuestionar a alguien sobre el Amor. Además, no le gustaba para nada la idea de andarle contando sus cosas a alguien. Por eso decidió buscar conocimiento en los libros, ya que en ellos se encuentran los pensamientos y creencias de personas con experiencia y sabiduría. Pero no eran los libros la razón de su inquietud sino lo que había leído la noche anterior, lo cual no dejaba de rondar por su mente una y otra vez:

''El Enamoramiento es un estado que afecta a nuestra mente y corazón. En algunos casos, las personas que se encuentran en dicha condición no son conscientes del estado en que están, para ello tenemos los siguientes síntomas que nos pueden servir de indicadores para saber si existen la posibilidad de que ese sea nuestro estado:

Amor Blanco A Través De Unos Ojos AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora