Plática y... ¿Acercamiento?

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Yu-Gi-Oh! No me pertenece, es propiedad de Kazuki Takahashi.

No soy buena describiendo vestuarios, cualquier descripción es un esfuerzo. 

-.-


Los días pasaron con notoria rapidez, al grado de que ya se acercaba el fin de semana. Durante esos días todo había transcurrido con normalidad: Yura seguía trabajando normalmente, de vez en cuando visitaba a Mara y los demás, Yugi y sus amigos seguían asistiendo a la escuela, Ashita y Sugoroku atendían la Tienda de Juegos y esperaban el regreso de sus respectivos hijos y nietos.

La única variación hasta entonces era el cambio de empleo de Jounouchi de Mozo de Hotel a Heladero, a razón de que había decidido renunciar al primer empleo por uno, según él, menos humillante y casi de igual paga. Además de que era menos estresante el trabajar en una heladería como había escogido. Los demás dieron un voto de apoyo a su decisión.

Sin más preámbulos, el fin de semana hizo su llegada y con él, el famoso Torneo de Fin de Semana patrocinado por la gran KC. En casa de Yugi, todos estaban listos para asistir al evento excepto una persona...

-Hermana, ¿te falta mucho?- vociferó Yugi a su hermana mayor.

Ella era la única del grupo por quien esperaban para iniciar su recorrido a KaibaLand, ya estaban un poco retrasados por esperarle.

-No, ya casi estoy con ustedes.- gritó Yura.

Sabía que estaba retrasando a los demás pero no pudo evitar el tardarse en tomar la decisión de su vestuario, aunque muy en el fondo, en su subconsciente, lo que provocó esto último era la posibilidad de reencontrarse con Seto Kaiba. Terminó de arreglarse lo más rápido que pudo y se dirigió hacia donde estaban los demás.

-Disculpen la tardanza, ya estoy lista.- expresó.

Jounouchi no pudo evitar abrir desmesuradamente los ojos y quedarse sin habla al ver a la Yura que tenía en frente: estaba adornada con un vestido rosa opaco, unos tacones no muy altos se podían visualizar en sus pies, en su rostro un rosa avivado decoraba sus labios y un maquillaje casi invisible adornada sus ojos, haciéndolos ver más hermosos, azulados y penetrantes, sin olvidar su extenso y lacio cabello blanco que se desbordaba hasta llegar a su trasero. Estaba realmente hermosa. Yugi y Anzu notaron la mirada de Jounouchi, sonrieron para sí.

-Yura, estas tremendamente linda. Tendré que pedirte consejos para verme tan bien como tú.- elogió Anzu.

-Pero que cosas dices, si estas más deslumbrante que yo. Soy quien debería pedirte consejos.- respondió Yura apenada.

-Entonces te aconsejo que vayas a un Oftalmólogo que mejore tu vista y así veas que te equivocas.- dijo con una sonrisa Anzu.

-Anzu tiene razón hermana, estas hermosa.- comentó Yugi. Ella se sonrojó

-No es para tanto, pero mejor vayámonos ya, estamos retrasados.- sugirió. Ellos accedieron y, por consiguiente, fijaron su rumbo hacia KaibaLand.

...

En KaibaLand, Seto Kaiba se hallaba impaciente. Los duelistas ya se encontraban preparando sus Decks y dentro de ellos se hallaba el hermano menor de Mayura quien había llegado sin ella, cosa contraria a lo sucedido la vez anterior. Eso le llevó a pensar que ella tal vez no asistirá al torneo esa vez, llenándolo aquello de enojo, ya que lo veía como un obstáculo para cumplir con su objetivo. Pero al voltear su rostro, se dio cuenta de que su hipótesis era errónea, pues pudo ver a la persona que le había hecho formularla aproximarse a su Parque de Diversiones al lado de Yugi y los demás.

Amor Blanco A Través De Unos Ojos AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora