Yu-Gi-Oh! No me pertenece, es propiedad de Kazuki Takahashi.
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Minutos después de la partida de Seto del lugar de trabajo de Yura, esta se dirigió al mostrador para esperar la llegada de otros clientes. La hora de cerrar el establecimiento se acercaba y por ello la cantidad de clientes era reducida. En esos instantes su amigo Takumi se acercó al mostrador e inicio una conversación con ella.-Vaya Yura, sí que eres afortunada, mira que hacer que el gran CEO, Seto Kaiba y su hermano pidan con exclusividad que seas tú quien los atienda, realmente te envidio.- comentó su amigo de antaño.
-No fue para tanto, Takumi.- respondió fingiendo desdén.
-Yo no lo creo, sabes que Seto Kaiba es conocido por su extremada arrogancia y prepotencia. Sin embargo, cuando ellos pidieron que fueses tú quien les llevara los pedidos y yo les hice saber que en ese caso el pedido se retrasaría, Seto Kaiba respondió de inmediato que eso no era un inconveniente, como si quisiera verte con urgencia. Además, me dijeron que aparte de la comida, venían aquí para verte y me he fijado que desde que los atendiste aquella vez han venido frecuentemente.- se expresó Takumi.
Yura estaba pensando en un argumento para contradecir el punto de vista de su amigo pero le fue imposible generarlo. Takumi tenía razón, y aunque no quería engañar a su corazón y mucho menos aceptar que Seto Kaiba le gustaba por miedo al sufrimiento de un amor no correspondido, debía aceptar que el reconocer que Takumi tenía razón la ponía feliz.
-¿Lo ves? Sabes que tengo la razón. Y para serte sincero, creo que Seto Kaiba está interesado en ti.- comentó Takumi conociendo a su amiga, notando su silencio.
Yura al escuchar eso abrió desmesuradamente los ojos.
-¡Eso no es cierto! Sólo porque el pidió que yo lo atendiera no quiere decir que le interese. No seas exagerado.- respondió. Aunque en su interior no concordaba la respuesta.
-No es sólo por eso. Lo digo por la forma en que te mira, además el día en que los atendiste por primera vez pude notar su disgusto cuando se dio cuenta de que sería yo quien le llevaría los pedidos y no tú, la segunda vez que vino fuiste tú quien lo atendió y pude ver de lejos como su rostro mostraba notoria satisfacción mientras le atendías y ahora pude ver la mirada que te dedicó en cuanto le atendiste hoy. Todo eso sólo indica que él tiene interés por ti.- argumentó Takumi.
Yura iba a responderle pero el dueño del lugar llegó y les anunció que la hora de cerrar el negocio había llegado, detuvieron la conversación y empezaron a cerrar el establecimiento. Después de cumplir con dicha labor, se disponían a salir del establecimiento cuando Takumi como despedida vociferó:
-¡Piensa lo que te dije, Yura!-
Ella iba a responderle nuevamente pero el aceleró su moto y se marchó con una sonrisa burlona.
Sin más remedio, comenzó a emprender el recorrido al retorno de su hogar. Mientras recorría las calles, pensaba en las palabras de Takumi, la razón por las que las decía y la felicidad que estas le hacían sentir. No podía negarlo más, su corazón se lo impedía. Definitivamente, Seto Kaiba le gustaba. Esa afirmación la entristeció. La razón: su temor hacia el amor y el sufrimiento que este le pudiera causar. Además, desconocía los sentimientos de Seto. Aunque, si analizaba las palabras de Takumi, si existía una posibilidad de que sintiera lo mismo por ella pero era sólo eso, una posibilidad, no algo certero.
Después de tanto pensar notó que estaba a punto de llegar a su hogar y apresuró sus pasos para adentrarse en él. Al llegar, su madre y abuelo le dieron la bienvenida.
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Amor Blanco A Través De Unos Ojos Azules
Fiksi Penggemar[Contraparte de «Amor en Umbrías] Yugi, después de varios años, descubre que no es hijo único. Esto traerá a su vida la llegada de alguien especial que cambiará su vida y la de Seto Kaiba. ¿Cuáles cambios sucederán en la vida del Rey de los Juegos...