CAPÍTULO 12: SECRETOS
Un enorme silencio cae sobre nosotros envolviéndonos. Los segundos acaban convirtiéndose en minutos y Kevin continúa sin mirarme. Se limita a apretar los labios y negar con la cabeza. Las dudas golpean en mi mente con fuerza y las dejo escapar en forma de pregunta.
─Kevin... ¿Qué me ocultas? ─susurran mis labios temblorosos. ─¿Dónde has estado esta tarde? ¿O quizá debería preguntar con quién?
Como si tuviera un resorte, Kevin gira la cara hacia mí bruscamente. Me mira nervioso y abre la boca como si fuera a decir algo, pero luego la cierra de golpe. Suspira ruidosamente y agacha la mirada.
─Te he visto en la moto con una chica rubia... ¿Quién es?
Kevin respira hondo y por fin se decide a hablar.
─Es alguien de mi pasado. Marta no tienes por qué preocuparte. Yo nunca haría algo que pudiera hacerte daño.
─Y si es alguien de tu pasado... ¿Por qué estaba contigo hoy, en el presente, abrazada a ti en la moto?
─Simplemente ha sido un encuentro entre amigos.
─Ya... Y cuando te pregunté esta mañana si podíamos quedar hoy... ¿sabías ya que ibas a tener ese... encuentro entre amigos?
La mirada ansiosa de Kevin así como su silencio, me dan la respuesta a esa pregunta.
─Osea que nunca harías algo que pudiera hacerme daño, excepto mentirme, ¿no?
─Como tú lo dices suena peor de lo que realmente es.
─¿Y cómo es en realidad, Kevin? Ilumíname. ─respondo sarcásticamente y sintiendo la impotencia de querer entenderle y no poder.
─No te he mentido. Sólo es que... que no estoy preparado para esto.
─¿Para esto? ¿Te refieres a estar preparado para estar conmigo?
─¡No! Por supuesto que quiero estar contigo. Pensé que te había quedado claro. Me refiero a este... interrogatorio.
─¿Interrogatorio? ¡Pero si no respondes a ninguna de mis preguntas! Esto es más un monólogo que una conversación.
─Marta. Ya te he dicho que sólo es una amiga. ¿Podemos dejarlo ya, por favor? ─me pregunta con el cansancio y la preocupación reflejados en su cara.
Ante mi silencio, Kevin se acerca más a mí y me acaricia suavemente el brazo. Yo me retiro y él chasquea con la lengua y resopla frustrado.
─Kevin. Lo planteas como si yo fuera una loca celosa que te prohíbe que te veas con nadie más. Y sabes que no es así. El problema no es esa chica. Simplemente cada día que pasa me doy más cuenta de que no sé quién eres. ¡Y no lo sé porque tú no quieres que lo sepa! Vives rodeado de secretos. Tú mismo eres un secreto andante. ¡Por Dios, ni siquiera sé dónde vives y tú ya has dormido en mi piso y conoces a mis padres!
Sin apenas darme cuenta he ido elevando el tono de voz y he soltado todo lo que llevaba dentro. Bueno, casi todo. Kevin me ha escuchado atento clavando sus ojos en mí fijamente. Permanecemos en silencio unos segundos hasta que él asiente.
─Tienes razón. Coge las llaves y vámonos.
─¿Qué? ─Pregunto sorprendida por esa reacción.
ESTÁS LEYENDO
¿Y POR QUÉ NO?
RomanceAnte mi silencio, se acerca lentamente y nuestros labios entreabiertos se rozan, quedándonos así por un momento eterno. Un beso incipiente que no llega, un deseo mutuo que no culmina, la respiración de ambos cada vez más agitada, sus brazos sujetánd...