Corazón Antibalas ©

Capitulo Extra: Elizabeth

Busqué las llaves en mi pantalón deprisa, lo único que quería era descansar.

Entré a mi departamento e inmediatamente me quite los zapatos y me arrojé al sofá.

-Parece que no te fue muy bien en tu nuevo trabajo.

-Eres un mentiroso Alex.-le arrojé una almohada que estaba en el sofá.-Dijiste que eso de cuidar niños era fácil.

-Pues creí que siendo mujer eso sería fácil para ti.-me arrojó la almohada nuevamente.

-Eres odioso.-me levanté del sofá.-Voy a tomar un baño, huelo a vómito y pañales sucios.

-Y yo te voy buscando un nuevo empleo.-le escuché decir antes de entrar al baño.

Abrí la ducha del baño y entré al relajante chorro de agua.

Mi situación económica era inestable, si no fuera porque Alex me presta su departamento ahora estaría en la calle. No había logrado encontrar un trabajo fijo desde que renuncié a la policía, y no podía regresar allí, no quería regresar.

Salí, me vestí y regresé a la sala donde estaba sentado Alex en uno de los taburetes de la cocina frente a su computadora.

-¿Pasaste aquí toda la mañana?.-le pregunté mientras buscaba algo de comer en la nevera.

-Sí, sabes que mi papá está aquí y sí voy a casa va querer que trabaje con él.-seguía observando la computadora.

-Eres un vago.-me senté junto a él con mi sándwich en la mano.

-No soy vago, sólo ahorro energías.-me quitó lo que estaba comiendo.-Entonces, ¿De qué te gustaría trabajar ahora?

-¿No podemos dejarlo para mañana? Estoy cansada Alex.

-No hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.

Ambos revisamos los anuncios de empleo en la internet y decidimos ir por uno en el cual se busca una recepcionista para una oficina.

-Voy a llamar, a ver que dicen.-Alex tomó el celular y marcó.

Mientras yo esperaba la respuesta de Alex mi celular sonó, estaba en la mesa de la pequeña sala así que fui por el. Era un número desconocido. Que raro. Sin embargo contesté.

-¿Hola?

-Buenos días, ¿Se encuentra la señorita Elizabeth Collins?.-me dijo la voz del otro lado.

-Soy yo.

-Habla West Ryde, ex comandante de la policía, me gustaría hablar con usted.-me senté en el sofá de atrás.

-¿Sobre qué asunto, señor Ryde?

-Me gustaría ofrecerle trabajo señorita Collins, pero creo que lo mejor es hablarlo personalmente.

-Al menos puede decirme de qué se trata.

-Quisiera contratarla como guardaespaldas, si le interesa podemos encontrarnos en una cafetería.-observé un momento a Alex, quien a la vez me observaba esperando alguna explicación.

No sabía que hacer, nunca me habían ofrecido un trabajo así, por un lado estaba involucrado con la policía y no me quería meter en eso. Por otro lado era una muy buena oportunidad y podía utilizar las habilidades que había aprendido en estos diez años. Además era mucho mejor que cuidar bebés.

-Claro que sí, me reuniré con usted.

-Muy bien, le mandaré la dirección y la hora en donde nos encontraremos ¿Le parece bien?