Capitulo 26

65.5K 4.8K 311
                                    


2/3


Ethan


- Que fue lo que hice. Susurre.


- Aumentar el odio de tu mate. Respondió Romina, quien se encontraba en mi despacho conmigo.


- Qué harías en mi lugar, Ro? Pregunte mirándola.


- Nada, Ethan ya la cagaste y no hay nada que puedas hacer. Respondió, eso es lo que me gusta de ella, no me tiene miedo, ella me dice todo en la cara.


- He hablado con mi abuelo y en pocas palabras me ha dicho que tengo que cambiar. Dije de la nada.


- Tiene razón. Respondió sentándose frente de mí.


Silencio, silencio, nada se escuchaba, por ningún lado, toda la casa está en silencio, nadie se atrevía a hablar, no después de lo que paso.


- Algún día la dejaras ir, Ethan? Pregunto Romina rompiendo el silencio.


- Aunque quisiera no podría. Respondí siendo sincero.


Toc, Toc, Toc


Se sintió en toda la habitación, veo como poco a poco se abre la puerta dejando ver a unas de las encargadas de la casa, mirándonos a mí y a Romina, esperando alguna reacción de nosotros, pero en respuesta solo recibe nuestra fría mirada.


- Alpha tiene visita. Susurra para luego desaparecer.


******************************************************


Mis ojos no dan crédito a lo que ven, veo como Erick está sentado tranquilamente en el sofá, pero en su mirada veo tristeza, por otro lado veo como Angélica recorre todo con su mirada, me ve con sienta desconfianza y temor.


Sé que quiere demostrar que no siente miedo, pero sus ojos la delatan sin miramientos, están llenos de miedo y temor, ambos conjugados, su respiración no es muy normal se le nota, volviendo mi mirada hacia Erick sé que algo grave paso.


- Que es lo... empiezo a hablar pero soy interrumpido por Erick.


- Ella ya sabe todo, quienes somos, donde esta y demás, quiere ver a Amy. Dijo sin mirarme.


En cualquier otra circunstancia me hubiera negado, pero por el tono de voz de Erick, sé que está mal, sin decir una palabra solo asiento y la miro a ella, quien está más nerviosa de lo común, sin decir nada solo le hago un gesto para que me siga.


La guio hasta la habitación de Amy, sin decir una palara, ciento sus pisadas detrás de mí, una vez que llegamos, me paro delante de la puerta y la mira fijamente, sé que me arrepentiré de esto, pero que puedo hacer.

Fierce ObsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora