Fierce Obsession

Capitulo 46

Amy

Un gemido de placer se escapó de mis labios sin poder evitarlo. Mis parpados estaban cerrados pero sentía esa humedad entre mis piernas. Poco a poco me fui adaptado a la luz del día.

Inmediatamente mi mirada se dirigió hacia mis piernas donde estaba él, concentrado en lo suyo, haciéndome gemir. Un gritito salió de mis labios al sentir mi cuerpo convulsionar, por venirme tan rápidamente.

Un suspiro salió de mis labios, al mismo tiempo que Ethan levantaba una de mis piernas dejándome completamente abierta a su disposición y se posicionaba entre ellas.  Con un gruñido de su parte lo sentí entrar de un solo golpe, llenándome por completo, todavía sentía esa incomodidad y un poco de ese dolor sordo. Pero no me importaba, ahora no.

- Amy. Lo sentí gruñir.

Para luego empezar con su vaivén de entrar y salir rápida pero a la vez sensualmente de mí. Sentía como cada vez que entraba me llenaba por completo, causando que gemidos salgan de mis labios.

Estaba tan cerca de llegar, mis manos se alzaron para capturar su espalda y arañarla salvajemente, deseaba llegar, tenía que terminar, mi cuerpo me lo pedía a gritos, quería mi liberación.

Ethan me tomo de las caderas, empezó a enterrarse fuertemente en mi causando que me venga instantáneamente. Mis paredes se ciñeron alrededor de su miembro, causando que se venga soltando un gemido gradual.

Lo vi acostarse al lado mío. Su reparación era pesada, sus ojos estaban cerrados y su cuerpo, su cuerpo estaba muy apetecible. Pensé mordiéndome mi labio inferior.

- No hagas eso. Susurro abriendo sus ojos dejándome ver ese gris dilatado.

- Que? Susurre.

- Morderte. Susurro para luego acercarse demasiado a mí y tirar con sus dientes mi labio.

Sus ojos me miraban tan cerca, veía todo su rostro. Lo observaba fijamente, buscando algo tal vez. O pensando en donde esta ese hombre, el hombre que logro hacer en unos días mi vida un infierno.

Donde esta esa bestia.

- Algún día me perdonaras, Amy? Susurro él acariciándome la espalda, específicamente mi cicatriz. Mi cuerpo se tensó al instante.

- Tal vez lo haga. Dije con los ojos en blanco.

Sin darle la oportunidad de contestarme o decirme algo. Me levante de la cama, importándome poco mi desnudes completa, sentía como a cada paso que daba mi intimidad me tiraba.

Ignorando ese pequeño detalle. Me dirijo sin mirar a atrás hacia el armario de Ethan. Al entrar mis ojos solo veían colores oscuros, así que sin pensarlo demasiado tome una camisa blanca y me la puse.

Al salir del armario, me encontré con Ethan recortado en el respaldar de la cama, mirándome fijamente, observando cada movimiento que hacía. Mi mirada paso por toda la habitación, hasta encontrar en un rincón mis bragas.

Mientras me la ponía, sin ningún descaro frente a él, lo observe de reojo mirarme fijamente recorriéndome todo mi cuerpo.

- Ahora que te veo, esa camisa te favorece más a ti que a mí. Escuche que dijo.

Al girar mi rostro, vi como Ethan se levantaba completamente desnudo, sin poder evitarlo mis ojos se dirigieron rápidamente hacia otro lado. Escuche su ronca risa, mientras se ponía un bóxer, por lo que podía observar. Lo veía acercarse hacia mí, sin esperar más solté esas palabras.

- Esta tarde iré a casa de Alex. Susurre, vi como su ceño se fruncía, pero no dijo nada.

- Vale, te quiero aquí para la cena. Dijo para luego tomarme desde la nuca y acercarme hasta rosar sus labios y empezar así una guerra.

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- Alex. Susurre abrazándolo fuertemente.

Estábamos en su casa, específicamente en su sala de estar, nose porque pero por instinto lo primero que hice al verlo fue rodearlo con mis brazos, es como una necesidad que tuve en ese momento.

- Amy, que ha pasado? Susurro.

- No lose Alex, no lose. Susurre para dejar que mis lágrimas bajaran por mis mejillas.

Silencio, solo se escuchaba mis lloriqueos pequeños.

- Lo hicieron.- No era una pregunta, sino una afirmación, a lo que yo solamente asentí.- Y tú lo deseaste. Termino.

- Me siento una mierda Alex. Susurre mirando a una pared.

- Porque? Pregunto mirándome fijamente. 

- Yo vine a este lugar para vengarme Alex, y lo único que estoy consiguiendo es atarme aún más a este lugar. Susurre.

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- A que le tienes miedo Amy? Pregunto.

- A irme de este lugar de nuevo con el corazón destrozado.

- No te tienes que preocupar por eso Amy, si estás haciendo las cosas bien nada de eso tendría que pasar. Susurro, para después abrazarme.

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- Como esta Ann? Pregunte para romper es incómodo silencio que había en la sala.

- Mejor de como llego esta. Vi como Alex corría la mirada a decir esas palabras.

- Sigo sin entender como Erick le pudo hacer esto. Dije.

- Créeme cuanto te digo que lo va a pagar muy caro. Gruño.

- Y donde está la belleza de Nathan?

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Sentía una presión en el pecho, pero no quería prestarle atención, mientras bajaba del auto, no sin antes saludar al señor que conducía, vi como la casa de Ethan se veía más tenebrosa, tenía un aura más pesado, algo que no me gustaba nada.

Si prestarle la mínima atención me dirigí rápidamente hacia entro. Mientras cerraba la puerta tenía la extraña sensación de que alguien me observaba y no estaba del todo confundida, tenía toda la razón.

- Amy. Escuche que dijo una voz profunda detrás de mí.

- Richards. Dije de igual manera luego de girarme y averiguar de quien se trataba.

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