Oír a las personas que valoras sufriendo, a través de un maldito auricular, se había hecho una costumbre, pero el dolor que atravesó su pecho al oír el sollozo de un pequeño que a pulso se había ganado su corazón, fue peor que la agonía que sintió camino a casa de Peeta Mellark. Miles de escenarios llenaron su mente, nublada por el miedo, miedo que en 3 oscuros y dolorosos años no había sentido. Detuvo su auto frente al enorme portón negro y este se abrió, seguramente porque Anthony vigilaba su llegada. Bajó del auto, sin estacionarlo, recordando por un momento que no llevaba más que su camiseta de dormir y un pantalón de algodón, tan holgado que ni siquiera lo sentía. El frío de aquella madrugada la hizo recordar como hace 3 años se había visto igual, en una estación de policía de Londres, reconociendo lo poco que quedaba de su prometido. Había estado tan asustada de ver a Gale muerto. Tenía que haberlo hecho Seneca Hawthorne, pero no estaba y ella y Venia eran lo más cercano que Gale tenía en ese momento.
Sacudió su cabeza alejando los pensamientos de pena y dolor. Aquel no era el momento, ella tenía que ser fuerte por Anthony, ya tendría tiempo para lamentarse después. La puerta se abrió dejando ver a un pequeño niño vulnerable con miedo en los ojos y lágrimas cubriendo aquellos orbes verdes, muy distintos a los de su padre, sin poder evitarlo. Katniss abrió los brazos y Anthony no lo pensó dos veces, se abrazó a ella como si la vida se le fuese en aquella acción. Katniss le acaricio sus rebeldes cabellos, heredados de su padre, y lo condujo adentró. Al ver a Peeta desparramado en el piso tembloroso y lleno de sudor, sintió un hueco, que no comprendió, en el corazón, le dolió. Miró a Anthony intentando mantener la calma y le dijo:
-Voy a llevarlo a su habitación ¿Cuál es?- Anthony respondió entre hipos, puesto que estaba asustado.
Él no quería que su padre muriera, él quería verlo bien sano. No importaba que este lo ignorara, que no lo quisiese, no, solo quería verlo allí de nuevo, en su estudio con su taza de café frente a su laptop, tecleando de manera compulsiva, mientras arreglaba de vez en cuando sus lentes, cuando estos resbalaban por su nariz.
-La última puerta del pasillo, a la izquierda.
Katniss asintió y tocó las manos de Peeta. Estaba ardiendo en fiebre. Intentó, como pudo, levantarlo con todas sus fuerzas, como lo hacía con su padre cuando este se desmallaba bajo los efectos de la quimioterapia, y Peeta reaccionó poniéndose de pie, aún en su nebulosa. Katniss lo guio, tambaleándose, hasta que lo dejó caer en su cama, a oscuras, pero Peeta no soltó su mano, en cambio la atrajo hacía él, abrazándola, mientras el corazón de Katniss martillaba, amenazando con salir de su pequeño y menudo cuerpo. Se deshizo del abrazo y Anthony llegó con el recipiente con agua que Katniss le había pedido.
Al ver como Katniss le acariciaba el rostro a su padre, se le instalo una sonrisa en el rostro, pensando en lo maravilloso que seria que fueran los tres contra el mundo y no solo su padre y él.
Katniss le dejó una compresa de agua fría en la frente de Peeta y se levantó, abrazando a Anthony, sacándolo de la habitación.
-¿Cuál es tu cuarto?- preguntó Katniss, viendo el ceño fruncido de su pequeño Mozart, quién la guio a su ordenado cuarto. Katniss lo obligó a acostarse, lo acobijo con una manta y le besó la frente diciéndole:
-Ahora duérmete- Anthony iba a quejarse, pero Katniss levantó su mano, callándolo, mientras le decía:
-Debes descansar, yo me encargo de tu padre, cualquier cosa te aviso ¿Está bien jovencito?-
Por Dios, si parecía su madre, pensó con una sonrisa brillante en sus labios mientras asentía. Katniss se levantó de la silla en la que se había sentado y antes de girar el pomo de la puerta dijo:
- Te quiero pequeño, descansa -
Aquellas palabras calaron en el alma de Anthony. Ella siempre le repetía que lo quería cada vez que lo veía irse o ella se iba a alguna parte y pesar de no querer darles significado, algún día lo tendrían, aquellas palabras significarían mucho en el futuro.
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La Maestra De Mi Hijo (Completa)
FanfictionKatniss Everdeen comienza un nuevo año en la academia de Bellas Artes y Talentos MC Coy, en donde descubre a un pequeño que le roba el corazón, Anthony Mellark. Katniss se da cuenta de lo maravilloso que es Anthony y en un intento para acercarlo a s...