OUTTAKE "GLOSS CRANE"

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Andie miró al hombre parado en la puerta del estudio de su mamá. Él era un hombre muy grande, parecía un árbol como los que había visto en el parque y era muuuy serio. Él nunca sonreía, solo caminaba tras su mami o tal vez tras ella y sus tías Twins cuando salían de compras. A Andie no le gustaban mucho las compras porque ella amaba los vestidos verdes y sus tías Twins amaban el rosado, ¿Cómo podía gustarles ese color? Se preguntó, ya que ese era un color muy... rosado.

Andie negó atrayendo su atención a su principal pensamiento. Ella quería hacer sonreír a ese hombre, con su don de marcianita. No le gustaban las personas serias, eran aburridas

Le tiro de su pantalón y él la miró desde su altura y luego se inclinó diciéndole:

-¿Puedo ayudarla en algo señorita?

Tenía unos ojitos bonitos, de color marrón, eran oscuros y su nariz era puntiaguda al igual que su cabello negro ¡hum! era como un príncipe triste

-¿Cómo te llamas? – Preguntó, metiéndose las manos a la boca porque estaba nerviosa y no podía evitarlo. A Gloss le sorprendió la curiosidad de la pequeña, aun así respondió educadamente.

-Oh, bueno, soy Gloss, Gloss Crane y usted ¿cómo se llama?

Le devolvió la pregunta intentando ser cortés, a pesar de saber muy bien la respuesta. Andie asintió y extendió su mano como su mamá le había enseñado a hacer y luego respondió:

-Mi nombe es Andea Malie Mellark Everdeen - Saltó cuando dijo Everdeen como ella lo hacía siempre porque le gustaba enfatizar sus apellidos.

-Muy bien señorita Mellark Everdeen ¿En qué puedo ayudarla? - Preguntó Gloss.

Andie se puso sus pulgares presionando sus mejillas y le sacó la lengua a Gloss pero él no sonrió. Bufó, sus tíos bobos se carcajeaban cuando ella hacia eso, incluso se tiraban al suelo y jugaban con ella. Ella estaba aburrida. Su mamá estaba trabajando y Anthony estaba estudiando y dándole besitos babosos a Claire en la boca y su papá había viajado a un país muy lejos del que no recordaba el nombre y no llegaba hasta el día siguiente. Ahora no tenía con quien jugar o bidujal porque todos estaban ocupados, pero Gloss no. Él solo la miraba con una ceja alzada y los ojos entrecerrados esperando una respuesta a una pregunta que ella ya había olvidado. Frunció el ceño. Cuando estaba aburrida normalmente había alguien a quien ella pudiera molestar. Se cruzó de brazos y luego vio la silla que estaba al lado de Gloss, así que para que él no tuviese que permanecer inclinado, porque al pobrecito iba a dolerle la espalda y ella no podía hacer masajes, se subió a la silla y Gloss siguió su movimiento con la mirada. Cuando ella ya estaba parada en la silla notó que aún tenía que ver hacia arriba. Frunció el ceño y preguntó:

-¿Comes espinacas?

Gloss le frunció el ceño y arrugó su nariz diciendo

-Son amargas.

Andie sonrió y asintió. Luego continuó diciéndole:

-Mi mami dice que voy a sel gande y fuelte si como mis veldulas pelo no me gustan, son feas.

Gloss asintió y sonrió. Entonces Andie chilló, asustándolo y dijo señalándolo

-¡Ja te hize leil

Gloss le frunció el ceño y le dijo

-¿Era todo por eso? Quería hacerme reír.

Andie asintió y se bajó de la silla. Gloss la siguió con la mirada preocupado de que ella fuese a caerse.

-¿Juegas conmigo?, es abulido jugal yo solita.

Gloss negó y miró la puerta respondiendo:

-Estoy trabajando.

Andie se cruzó de brazos y negó, haciendo un puchero.

-Necesito que Alguien me pase los cololes. No puedo tenelos todos en mis manitas, son muy chiquitas ¡mila! - Dijo abriéndole sus manitas. Gloss miró la puerta cerrada de nuevo y luego miró a la pequeña. Él siempre había querido hijos pero su esposa Cashmere era estéril y no había podido dárselos. Aun así él la amaba con todo su corazón. Sonrió y Andie chilló de nuevo, así que él solo se encogió de hombros y caminó para jugar con la niña.

-Muy bien, entonces...- Comenzó Andie sentándose en el suelo, abriendo su cuaderno de dibujo y tomando el crayón gris para hacer unas líneas, ya que ya sabía que quería dibujar. Luego miró a Gloss y suspiró diciendo

-Te voy a dal una hojita y tú haces un bidujo y yo hago otlo bidujo y luego me lo enseñas y yo te enseño el mío y te legalo el mío y tú me legalas el tuyo ¿Está bien?

Gloss asintió sentándose al estilo indio en el suelo y Andie tomó una hoja de su cuaderno y se la extendió, luego tomó la cajita de crayones que su papi le había regalado y le dio vuelta dejando caer de forma descuidada los colores

-Toma el colol que más te guste menos el losado. No me gusta el losado y vas a legalalme un bidujo, asé que no quielo uno losado

Gloss asintió y tomó el color azul. Este era muy pequeño para sus dedos, aun así comenzó a pintar con dificultad.

-¿Estas casado?

Gloss asintió y luego respondió:

-Sí. Mi esposa se llama Cashmere

-¿Es bonita?

Gloss sonrió y Andie lo miró con atención. A las personas del mundo les hacía falta sonreír porque una sonrisa hace hermoso a cualquiera.





Con este outtake doy por terminada "LA MAESTRA DE MI HIJO" nuevamente doy las gracias a ANN ARSTON AARA (escritora) y a jpv22 (BETA) por permitirme adaptar esta maravillosa historia y todas las personas que se han tomado su tiempo en leer mis adaptaciones. 

MUY PRONTO ESTARÉ DE REGRESO YA QUE AL FIN OBTUVE OTRO PERMISO ;) NOS SEGUIMOS LEYENDO...



La Maestra De Mi Hijo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora