"Hay cosas en la vida que se dicen pocas veces. Le agradezco a mi vida por haberme dado a mi hija, Andrea. Cuando ella nació se convirtió en mi razón de ser y luego me dijeron que no solo tenía una hija si no que dos. Junto a Johana, las amé a ambas, aunque fui duro con Johana porque soy un maldito hasta cierto punto y lo acepto. Tuve miedo, aun así reconocí a mi hija. El abogado va a entregarle unos papeles que le darán a ella una elección, la elección de aceptarme como su padre, aunque no lo merezco. Tú tienes esa elección Anthony ¿Quieres ser mi nieto? Porque yo siempre quise ser tu abuelo. Hice cosas malas en mi vida. Cobré una deuda y me volví el enemigo de tu padre en cuanto él me robo a mi hija. Sabrás como me sentí cuando tengas tus hijos y estos sean tu mundo. Lo sé, soy malo, pero mis intenciones, tuvieron frutos maravillosos, y esa mujer los dejó en paz, para siempre. Mi carta no tiene mucha importancia. De hecho la hice para decirte que vivas como te lo dije una vez la vida que yo siempre soñé para tu madre. Te doy las acciones de la empresa. Puedes venderlas o hacer lo que quieras con ellas. A tu tía Johana, a ella no le heredo nada más que una de mis cuentas en el banco. Eso es más que todo para Josh, mi otro nieto. Voy a ver a tu madre al menos una vez antes de que el infierno me reclame. Estoy seguro de eso y a mi manera, estoy feliz. Tu madre era mágica, por lo tanto tú eres parte de esa magia también. No lo olvides. Adiós hijo.
Woof Cartwright''
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Seis años después
-Las flores allí- La mujer miró a Katniss y asintió siguiendo la orden. Listones blancos, rosas y fresias inundando el ambiente. Niños corriendo de un lado a otro por toda la casa riéndose, la familia reunida. Katniss sonrió se sentía feliz y dichosa. Habían pasado seis años maravillosos. Anthony se había convertido en todo un hombre de veintidós años. Andie era una hermosa e inteligente niña de nueve. La vida les había sonreído. Katniss llevaba casada seis años con Peeta y ambos eran tan felices como lo serian pronto Anthony y Claire
-¿Katniss?- La llamo Annie bajando por las escaleras pareciendo preocupada
-¿Sucedió algo malo?- Annie suspiró pesadamente y luego respondió.
-Anthony quiere hablar contigo- Katniss asintió y caminó hacia la habitación en la que Anthony estaba. Cuando abrió la puerta Anthony se retorcía el saco y Katniss sonrió.
-Hay costumbres que no se pierden. Deja de hacerte el saco así, lo arrugaras cielo.
Anthony se giró para verla, y dejó su saco en paz. Había miedo en sus ojos. Katniss atravesó la antigua habitación de su gran pequeño Mozart y lo abrazó
-¿Qué sucede cariño?- Le tomó el rostro intentando medir su temperatura como si todavía fuese un niño. Anthony sonrió y le apretó las manos diciendo
-Voy a casarme.
Katniss sonrió y le arregló la corbata y luego miró hacia arriba. Su pequeño Mozart se había convertido en todo un hombre, un hombre dueño de una empresa millonaria que su padre le había entregado en cuanto cumplió la mayoría de edad, como había estipulado su abuelo. Una empresa que Anthony, luego de su padre, había innovado, aunque eso no significaba que hubiese dejado su amor por el piano, ya que el siempre tocaba en su tiempo libre y Peeta era su guía en cuestiones de la empresa
-¿Es que no amas a Claire? ¿Es eso?- Anthony abrió los ojos ante la pregunta que Katniss le hizo y respondió rápidamente
-Claro que si
-Entonces no dudes cariño. Lo harás muy bien- Dijo palmeándole la mejilla. Luego se giró para salir, pero Anthony la llamó diciéndole:
-Ma, ¿caminarías conmigo al altar? - Katniss se giró y sus ojos automáticamente se llenaron de lágrimas. Estaba orgullosa de su chico. Ella siempre lo vería como su pequeño Mozart, aquel niño pequeño que se había robado su atención y su corazón
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La Maestra De Mi Hijo (Completa)
Hayran KurguKatniss Everdeen comienza un nuevo año en la academia de Bellas Artes y Talentos MC Coy, en donde descubre a un pequeño que le roba el corazón, Anthony Mellark. Katniss se da cuenta de lo maravilloso que es Anthony y en un intento para acercarlo a s...