Katniss se giró sobre su estómago intentando dormir sin lograrlo. Suspiró y miró su reloj. Había intentado descansar ese sábado pero eran las 7:30 de la mañana y ya no podía estar más tiempo en su cama aunque esta estuviese cómoda. La puerta la distrajo de sus pensamientos perezosos, así que, con pesar, se levantó de la cama sin molestarse en tomar su bata para cubrir su pijama, que consistía en un short pequeño y una blusa trasparente con la que generalmente mostraba sus pechos, ya que le era incomodo dormir con un sostén. Los toques se hicieron más frecuentes por lo que rodó los ojos, seguramente sería Annie, así que grito antes de llegar a la puerta.
-¡Ya voy, Ya voy!- Abrió sin mirar quien era.
-Katniss yo...- Katniss abrió los ojos como platos y chillo antes de lanzar la puerta cerrándosela casi en la nariz a Peeta ¿Qué hacia allí a esta hora en sábado? ¿Cómo sabia donde vive?
-¿Qué hace aquí señor Mellark?- Gruñó a través de la puerta
-Esto es estúpido ¿Por qué no abres la puerta y hablamos como dos personas normales?- Preguntó Peeta desde el otro lado de la puerta. Esa mañana, cuando se levantó, no se imaginaba que se encontraría a la maestra de su hijo, semidesnuda, abriéndole la puerta de su departamento y por todos los cielos que parecía un ángel caído del cielo.
-Estoy en pijama- Respondió Katniss aun con la puerta cerrada sonrojándose
-Sí, lo sé- Susurro Peeta con la voz estrangulada y luego continuó:
-Ve a cambiarte y... voy a... voy a esperarte aquí- Katniss asintió como si Peeta pudiera verla pero luego recordó que no podía hacerlo, así que le respondió
-Bien-
-Bien- Corroboró Peeta a su vez mientras apoyaba su frente en la puerta del departamento de Katniss, quién se giró sobre pies tan rápido que estuvo a punto de caerse. Maldijo en voz baja antes de correr a su habitación para buscar algo presentable que ponerse un sábado por la mañana.
Katniss abrió la puerta y le frunció el ceño a Peeta diciendo:
-¿Ahora va a decirme que hace aquí?- Peeta bufó y se invitó a pasar por sí solo. El departamento de Katniss era delicado y estaba ordenado a pesar de que ella no pasara toda la semana en Él. Había fotografías de las chicas a las que él recordaba como las gemelas y había fotografías de Katniss junto a Gale, eran dos solamente, pero los dos parecían felices.
-¿Vas a dejar de hablarme de usted?- Preguntó Peeta sin girarse hacia Katniss, quién le media cada uno de sus movimientos.
-¿Por qué tendría que hacerlo?- Respondió ella con nerviosismo. Peeta se giró y se le acercó, pero cuando se dio cuenta de lo que hacía retrocedió, volviendo a su lugar inicial. La cercanía con Katniss lo afectaba, al menos a él, y no iba negar que la maestra de su hijo le gustaba, y mucho.
-Porque nos besamos, porque frecuentas a mi familia, porque mi hijo te adora ¿Quieres que siga?- Katniss sintió un nudo en su garganta y negó metiendo las manos en la sudadera que se había puesto.
-Estoy aquí porque quiero saber si hablabas en serio con respecto a las clases privadas de piano- Comenzó Peeta pero Katniss lo interrumpió:
-No dejaría que nadie más le enseñara a Anthony, Peeta, y lamento si te estoy sonando egoísta-
-No es egoísta- Dijo Peeta volviendo la mirada hacia el departamento de nuevo.
-Lindo departamento- Murmuró enfocando su mirada en Katniss, quién se sonrojó y asintió antes de girarse a la cocina mientras decía:
-¿Un café?- Peeta la siguió y respondió mientras le veía el trasero a Katniss de nuevo -Dios esos jeans le favorecen mucho- pensó
-Un café estaría bien- Katniss hizo una mueca con su rostro y conecto la cafetera, comenzando su mañana de sábado de manera incómoda.
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La Maestra De Mi Hijo (Completa)
FanfictionKatniss Everdeen comienza un nuevo año en la academia de Bellas Artes y Talentos MC Coy, en donde descubre a un pequeño que le roba el corazón, Anthony Mellark. Katniss se da cuenta de lo maravilloso que es Anthony y en un intento para acercarlo a s...