CAPITULO 10 "LONDRES"

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Aeropuerto internacional de Londres, 2009

-¿Por qué tienes que irte exactamente hoy?- Gale sonrió por la pregunta de su prometida y le acarició sus sonrosadas mejillas diciéndole:

-Estaré aquí el día de nuestra boda, y tú llegaras tarde-

Katniss sonrió abiertamente y luego dijo:

-La novia siempre llega tarde-

Pasándole las manos por el cuello a su prometido para luego acariciarle. El rostro con amor, recorriendo sus facciones, detallando su rostro. Gale le tomo las manos entre las suyas y las apretó, la miro con su intensa mirada gris un momento antes de decirle:

-Nunca olvides que te amo Asterias, solo nunca lo olvides-

Actualidad:

Katniss bajó la mirada cuando sintió que las lágrimas le nublaron los ojos. Estaba en el aeropuerto, de camino a Londres. Suspiró con dolor y se limpió los ojos. Ella no lloraba, las lágrimas ya se le habían acabado de tanto llorar.

-Señorita Everdeen- dijo un hombre a su espalda, llamando su atención. Katniss se giró y reconoció al instante al hombre, vestido de piloto, que le había hablado. Sus ojos negros, su piel morena, su rostro de piedra.

-Jackson- dijo reconociéndolo. El chico suspiró y sonrió avergonzado, para luego decir:

-¿Podría acompañarme? Por favor.-

Katniss asintió y camino a través del aeropuerto, guiada por aquel hombre intimidante, porque lo era, su altura, su rostro lo hacían intimidante.

-Me he tomado la libertad de cambiar su vuelo comercial por uno privado- Le dijo caminando delante de Katniss, quién bufó y siguió caminando mientras le contestaba:

-Creo que no tengo otra opción ¿o sí?-

-¿Ni si quiera porque nosotras vamos a estar allí contigo?- Katniss levantó el rostro y sonrió tanto que le dolieron las mejillas.

-¡Halley!- le gritó a la rubia que estaba frente a ella. Halley, como Katniss la había llamado, la miraba a través de sus ojos color miel, sonriéndole de manera cariñosa. Vestía un jeans color negro ajustado y una blusa violeta, que contrastaba con su piel blanca y que quedaba de infarto en su delgado, pero bien proporcionado, cuerpo, y su hermoso cabello iba, como siempre, en una cola de caballo. Halley le abrió los brazos y Katniss no lo pensó dos veces, se colgó del cuello de su hermoso pedacito de dulce de miel. Aquella chica que sonreía siempre, aquella chica que era dulce y cariñosa. Las dos se rieron y se abrazaron más fuerte.

-¿Van a llorar? porque si van a hacerlo tendré que golpearlas para que tengan una razón- Katniss rodó los ojos, soltando a Halley antes de girarse para acercarse a Nikki, quién las miraba con el ceño fruncido. Tan iguales, físicamente, pero tan distintas a la vez.

Halley era tranquila, dulce, alegre, compresiva e irremediablemente, muy sobreprotectora con las personas a las que quería, mientras que Nikki era más fría, impulsiva y no lloraba, nunca, ya lo había hecho demasiado. Nikki defendía a Halley y a Katniss con uñas y dientes y siempre golpeaba antes de preguntar, por si acaso. Aun así, tenía un corazón enorme y podía llegar a ser más dulce que su hermana, eso sí, en muy contadas ocasiones. Sus ojos, también eran de color miel y su cabello rubio, pero vestía de manera diferente a su hermana. Llevaba ropa más formal. Un pantalón de vestir azul negro y una blusa con cuello celeste ácua. Su expresión siempre era tensa, su cabello iba amarrado en un moño, pero a pesar de ir vestida así, ella era la única de las tres que aún vestía la chaqueta de cuero, aquella que Gale había hecho para ASTERIAS Y LAS TWINS

La Maestra De Mi Hijo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora