Capítulo 6

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Jorge camina apresurado por los corredores de un aeropuerto, intenta llegar a tiempo para abordar su vuelo... lastimosamente para él se le hace más difícil de lo que pensó lograr no perderlo,  pues un grupo de personas que lo reconocieron desde que caminaba por la zona comercial lo interceptaron para pedirle algunas fotografías y autógrafos... teniendo que fingir su mejor sonrisa y actitud cordial, para evitar que se filtren malos comentarios en medios de comunicaciones.

Hasta que logra librarse y sigue su camino con irritación, ocultando su mirada de molestia tras unos lentes oscuros.

- Mierda Jorge... te están esperando en la ciudad - reniega entre dientes casi llegando a la sala de espera.

...

Silvia está recostada en su asiento, aprovechando que viaja sin algún compañero a su lado, para poder leer con suma calma sin pensar que la está mirando por tener puesto tantos accesorios como gorras, bufandas y hasta lentes oscuros,  para evitar que la reconozcan y perturben su momento de tranquilidad con actitudes acosadoras.

-Silvia-
¡Bien, Silvia! ahora  te toca cumplirle a tu padre tu palabra; asi que trata de actuar tu mejor papel de que todo lo que te digan te interesa, mientras esperas a que lleguen los días de las lecturas, pero por ahora emocionate... porque este personaje de Blanca está muy chistoso, a pesar de ser una mujer con la autoestima baja. Mira que culparse porque a su esposo ya no le funciona el amiguito en la cama asegurando que es, porque ella está fea o acabada ¡Que poca!... pero esas son las típicas consecuencias de la falta de comunicación entre las parejas, por suerte tu no tienes una, así te ahorras tantos dramas -Lee concentradamente desde su tablet aquel archivo adjunto del correo.

- Señorita... señorita nos preparamos para aterrizar, por favor abroche su cinturón - acata el mandato y guarda todo en el bolso, apreciando por la ventanilla los inmensos campos abiertos de tierras que se utilizan para siembras del producto mejor cultivado en su querido Estado de Guanajuato, valles y hasta lagos, haciéndola suspirar ante las ráfagas de buenos recuerdos de su infancia que se presentan flotando junto a las nubes que se interponen ante sus ojos.

...

- No, no... maldita sea, solo falto yo en ese vuelo, pídale que me esperen que no tardo nada en llegar al avión - Jorge comienza a ofuscarse en la recepción de espera, la joven aeromoza al reconocerlo no deja de detallarlo inquisitiva y hablarle con exagerada amabilidad a pesar de que Jorge es pedante, sin ánimo de aguardar la cordialidad.

- Señor, disculpe... pero ya tenemos la orden de no dejar pasar a ninguna persona más, el vuelo ya cerró, lamentablemente tendrá que esperar al próximo que sale para la Ciudad de México que despega mañana.

Jorge le da un pequeño golpe a la barra de la recepción: - "¡Carajo! gracias por tanto ¡Eh!" - ironiza, mientras la chica atiende las indicaciones de su superior, quien le habla por el radio comunicador. 

«El vuelo procedente de la ciudad de México está a punto de aterrizar, prepárense para atender a los pasajeros».

Jorge humedece su labio superior con la punta de su lengua, muy irritado y sin decir nada más toma su maleta dirigiéndose a algún asiento cercano cayendo en él con pesadez. Inicia una conversación telefónica bastante acalorada con su novia.

- No podré volver hoy, acabo de perder mi vuelo...

- ¡Caray, Jorge! te estoy esperando para ir juntos al cumpleaños de mi madre y tu preferiste quedarte más tiempo en tu dichosa hacienda.

- ¡Basta! no uses ese tono conmigo, Claudia, hice todo lo posible por tratar de llegar a pesar de que sabías que yo estaba trabajando... no vacacionando.

¿Sabes cómo Amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora