Capítulo 11

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"¡Mierda!, está caliente" - un poco de vapor golpea la cara de Jorge haciéndolo gruñir entre dientes adolorido soltando abruptamente el recipiente con papas recién sancochadas en el fregador, Silvia termina de lavar su blusa manchada de café en la lavandería y se ríe en silencio ante el cambio repentino de los quejidos de Jorge por silbidos y tarareos de la primera canción que se le ocurra.

Ella carraspea al verlo rellenar las papas en una bandeja, mientras pre-calienta el horno: "¿Te ayudo en algo?" - Jorge sube la mirada y sin poder disimular la recorre suavemente de pies a cabeza con los ojos adormilados ante el placer visual por verla en aquellos shorts jeans en blanco apenas visible por una camisa larga y holgada muy cómoda, mientras sostiene su cabello hacia atrás con una delicada diadema... pero ella baja la mirada y entra a la cocina tratando de ocultar sus mejillas sonrojadas: "Huele bien, ya tengo hambre".

Jorge reacciona y un poco ansioso sonríe al sentirla a su lado mirando como él abre las papas.

- Si quieres puedes rallar el queso, y cortar en trozos los brocolis que están allí...

- Me dicen que soy ralladora de queso profesional, ¿sabes?

- Quiero ver eso, sería la primera cosa de cocina que te vería preparar y no solo comer...

Ambos se sueltan a reír y ella imitando un tono serio, cruza sus brazos: "¡Oye!, yo si cocino... ¿Los emparedados cuentan?"

Jorge presiona sus labios después de soltarse a reír muy relajado negando suavemente con la cabeza.

- Disculpa nuevamente, por haberte tirado el café, espero que no estés quemada...

- Todo bien, ya pasó.

Ella toma el rallador y se queda a su lado mientras él detiene lo que hace para sostener una mano en el mostrador y la otra la coloca en su cadera mirándola con mucha atención sin dejar de sonreír, ella trata de rayar el queso, pero ante aquella intensa mirada sobre su rostro y manos suelta todo e imita la misma posición de él quedando frente a frente: "¡Ya sé, ya sé! nunca había rallado un queso... pero intento hacerlo".

"Es que lo estás rallando en la sección de las nueces, te mostraré..." - él rodea su cintura con una mano para tomar la de ella con el queso, y la otra le indica la sección del rallador... suavemente se coloca detrás de ella bajando su torso un poco dejando el rostro rozando el de ella. Silvia respira lentamente mientras su cuerpo comienza a estremecerse entre sus brazos: "¡Ves! si rallas aquí, se corta mejor el queso" - aquella voz tan calmada y amable le acelera el corazón: "Yo lo hago sola, ¡Gracias!"

Jorge la suelta y sin poder evitarlo más deja sus manos en aquella delineada cintura mientras pega su pómulo en la cabeza de ella aspirando sutilmente el olor de su cabello, Silvia comienza a sentir su respiración entrecortarse.

- ¡Silv!... discúlpame.

Ella se queda estática, su cuerpo no sabe como reaccionar ante las grandes manos de él sobre su cuerpo y los roces en su espalda.

-Jorge-
¿Es el momento de revivir aquella disculpa?, sea como sea... siento que debo sacarlo de mi vida, porque siempre he cargado con un sentimiento de culpa al humillarla por tomarla como un trofeo.

Silvia se separa abruptamente mirándolo con mucha frialdad.

- ¿Qué haces?

- Quiero pedirte disculpas, por lo que te hice... años atrás...

- Y ¿para eso necesitas toquetearme?

Él frunce el ceño comenzando a impacientarse por aquel tono altivo y hasta pedante que ella utiliza.

¿Sabes cómo Amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora