¿Sabes cómo Amar?

Capítulo 43

- ¡Ya llegamos! - Camilo se baja de su lujoso 'lamborghini', rodeándolo. Sin esperar más, busca abrirle la puerta de copiloto a Silvia, quien torpemente intenta ubicarlo con la mano, pues tiene los ojos vendados.

- ¿Por qué tanto misterio? - intenta adivinar el entorno donde él la ayuda a pararse.

Él se le acerca con la intención de soltarle la bufanda que tiene amarrada en sus ojos, mientras prácticamente la abraza. Ella interpone sus manos por automatismo y levemente se escapa de su posición alejándose, abriendo los ojos con dificultad un tanto encandilada por el destello de luz.

Ella se queda absorta ante el paisaje que presencia, es una mansión inmensa con jardines impecables. Tan grandes son, que hasta existe en ellos un laberinto con paredes de piedra recubierta de enredaderas, perfectamente podadas y una gran fuente en medio de él. Sin duda alguna, ella siente que es un lugar lleno de historia, seguramente sobre ese suelo han pasado generaciones y generaciones de aristócratas.

El invierno aún no recubre en su totalidad los campos de nieve, pero la fría brisa es entumecedora... ambos se ajustan sus abrigos y buscan el calor de sus manos en los bolsillos.

- ¡Wow, hermosa arquitectura! - dice ella sonriente, dando algunos pasos.

- ¡Bienvenida a mi casa! - responde él con melancolía.

- ¿Vivías aquí? es como, ¡Wow! un palacio y ¿Por qué nunca supe que tenías una casa así?

Camilo le ofrece su brazo para caminar hasta la puerta de la mansión.

- No muchas personas conocen este lugar, en realidad solo los viejos amigos de la familia y ahora tú.

Silvia observa a su alrededor pensativa, mientras camina del brazo de él.

- Durante todos estos años de conocerte, nunca he sabido nada de tu pasado - susurra apenada: - Ni siquiera sé de tus padres, es que bueno, tú tampoco eres muy abierto con esos temas y yo solo lo dejé pasar.

- Por eso te traje muñeca... Antes pues lo que sentía por ti era diferente y no hallaba necesario hondar en mis cosas, no quiero incomodarte, pero quiero abrirte completamente a Camilo Luzardo.

Ella se detiene mientras él saca un juego de llaves para abrir la puerta principal, ciertamente está incómoda por sentirse comprometida estando en ese lugar intuyendo lo que representa para él, después de que guardara celosamente su vida privada por tanto tiempo... él la analiza de reojo y acaricia su espalda con reconfortación.

- No te tenses o pienses que te presiono, sé que aún seguimos siendo solo amigos... pero no me quites las ganas de abrirme a ti ¿Sí?

. . .

CIUDAD DE MÉXICO

- ¡Desnúdate o lo hago yo! - susurra Jorge con una imponente seducción en su mirada, casi obscena al recorrer la silueta de la voluptuosa mujer frente a él. Ella es de largo cabello negro azabache perfectamente lacio, piernas largas y piel completamente bronceada. Ella se muerde los labios extasiada por ese tonito entre arrogante y urgido de él por tenerla, rápidamente se le abalanza como fiera... él la besa apasionadamente al instante, ella comienza a zafarle la correa del pantalón con ansiedad y procede a desabrocharle botón a botón la camisa dejando ver su esculpido torso, mientras él logra que ella jadee con sus exquisitos besos por todo el cuello... lentamente la guía hacia una mesa cercana, cual coreografía aprendida, pues no tropiezan en ningún momento. La sienta al borde de la mesa, tirando a un costado los papeles puestos sobre ella.

- ¡CORTE Y QUEDA! - grita el director de escena utilizando su megáfono.

La pareja se separa al acto limpiándose los labios de algún rastro de saliva un tanto agitados por la calurosa escena, de inmediato entra el personal del 'staff' encargado de mantener sus imágenes impecables, limpiando excesos de sudor en sus rostros y brindarles agua.