El chico que rompió mi corazón, sin dar un solo paso y negando las riendas del perdón.
Aún te oigo, esa voz que me endulzaba. Ahora es el sabor de la decepción.
Esos ojos que congelan. Ahora hierven sin ninguna emoción.
Sus toques que llegaban a mi alma. Simplemente no logran ni tocar mi odio con desesperación.