El temor que ya no existe por salir a gritar tu nombre,
No le temo a la vergüenza, ella no conoce el significado de amar, así que no puede formar parte de mí.
No sé amarte con vergüenza, sé amarte sin ella. Sí, soy un sinvergüenza.
Pero que grita, corre, roba, y mata las desilusiones que puedan surgir en mi mente.
No hay nada más real que tus mejillas color naranja.