La rapidez que duerme en aquella tortuga gris, una que descansa en el mar de lo neutro.
Y solo regresa a la isla de la esperanza, una esperanza sin color, porque es tan fatuo que no existe la cuenta atrás.
Así que solo entierra aquellos sueños, deseos e ilusiones. De esa manera no los olvida. Teniendo la oportunidad de regresar y encontrarlos cuando sienta que puede perderse en la corriente de realidades. Por eso isla esperanza es su antiguo hogar.
Solo queda esperar que la oscuridad no borre su memoria.