El dolor que tengo cada vez que piso mi alma.
Esa en el piso desde que vi la escena donde mi mente se rompió.
Eras parte de mí y te la llevaste consigo.
Camino sin rumbo en busca de tus ecos, soñando con tus insultos y persiguiendo lo que me hacía feliz. Yo siempre te querré.
Hermana.
Ahora soy delito por defenderte, pero fue un crimen sin asesinato porque no te salvé.
Y ahora me dejo caer. Y ahora solo puedo correr.