La taza donde te sirvo un té frío. Una taza que me diste en una navidad con nieve, una taza que acaricia tus labios cuando te sientes sola, una taza que abrazas con tus manos, una taza que nunca terminas cuando lees, una taza, que siendo mía, la hago tuya. Llenándola de tus recuerdos.
Para guardarla como un vaso de cristal cuando no quieras estar.
O para romperla si decides destruirme.