Algo delgado y difícil de tomar con manos desnudas. Tan callado y silencioso que ni sus pequeños suspiros son audibles para el oído agudo de un perro.
De pronto tu fragilidad es tomada como debilidad, ¿por qué? Si se trata de una cualidad olvidada. La fragilidad llega a ser tan suave que es molesto hablar, dudoso tocar, y es posible soñar con algo parecido a las nubes, o el algodón. Tú eres tan taciturno que no es necesario escucharte, me basta con mirar.